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CUANDO SE PIERDEN LAS FORMAS, SE PIERDEN OPORTUNIDADES
Hace mucho tiempo, cuando algunos hablaban de Lleida, era inevitable hablar de un jefe de zona que mostraba a la hora de gestionar personas falta de criterio y profesionalidad. En aquellas reuniones maratonianas se vanagloriaba de cómo era de extensa su jornada laboral y pretendía que todo el mundo lo tomara como ejemplo.
Hace mucho tiempo, cuando algunos hablaban de Lleida, era inevitable hablar de un jefe de zona que mostraba a la hora de gestionar personas falta de criterio y profesionalidad. En aquellas reuniones maratonianas se vanagloriaba de cómo era de extensa su jornada laboral y pretendía que todo el mundo lo tomara como ejemplo.
Pero lo que demostraba era una total incapacidad para gestionar su tiempo, y siempre hemos creído en CC.OO. que la mejor forma de alcanzar los objetivos en el trabajo, es mediante una planificación adecuada, con responsabilidad y sobre todo, con una dosis de motivación positiva.
El ahora Director Territorial sigue manteniendo una mala praxis que ya parece asimilada por la persona. Continúa presionando hasta la obsesión a los más débiles que él (jefes de zona, jefes de oficina, gestores/gestoras , personal de atención al cliente) con elocuentes intervenciones impropias por alguien que tendría que conocer mejor la realidad y el oficio, del estilo:
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Tenéis que estar dispuestos a trabajar más y cobrar menos si queréis tener trabajo! Olvida que la mayoría de compañeros y compañeras trabajan más y mejor que él (seguramente no tantas horas), pero por un salario mucho más pequeño.
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Hay gente que es un lastre, y me los quitaré de encima! Sin las presiones a las que somete a la plantilla, todos trabajaríamos mucho mejor.
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Vamos en un barco que hace aguas, quienes no remen los tenemos que tirar al mar! Él ha sido uno de los responsables de las vías de agua que sufre la entidad.
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Quién quiera conciliar la vida familiar y laboral, lo tiene fácil, que dimita y se vaya a casa! La ignorancia y el desconocimiento de técnicas motivadoras le causan malas jugadas.
Estamos seguros que sus superiores conocen su manera de hacer, pero es bastante habilidoso para no comprometerse, y también lo es para mostrar una cara en público (cuando estamos nosotros y ante sus jefes) y otra de muy diferente cuando se encuentra en superioridad jerárquica. Juzgad vosotros mismos y no deis la espalda a este tipo de personas.
Un cargo como el suyo lleva implícitamente una serie de responsabilidades y, sobre todo, supuestamente los conocimientos necesarios para ejercer la tarea que se le ha encomendado.
No puede pretender alcanzar esos objetivos promoviendo el miedo a perder el puesto de trabajo. La situación es compleja, delicada, pero un director territorial no puede perder las formas. Tiene que saber superar la adversidad y promover el equipo. A esto se le llama profesionalidad. Perder las formas es perder la oportunidad para ser un buen líder.
A mí me daría vergüenza no conocer el entorno laboral, me daría vergüenza estar orgulloso de no conocer ni querer conocer el Convenio Colectivo, el pacto de igualdad de Caixa Penedès, y pensar que a los demás nos hace gracia. Pues no! Lo encontramos irresponsable, más cuando su obsesión es pedir cuántos pisos y SIGS se han vendido los últimos diez minutos.
¡Cambie las formas! Esta actitud es un riesgo innecesario para la Entidad. Dependen 500 empleados y empleadas que podrían trabajar mucho mejor sin su tutela envenenada.
No es nuestro trabajo, pero queremos darle un consejo: apúntese a un curso de gestión de recursos humanos.