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La Reforma de Pensiones garantiza que la mayoría de los trabajadores se jubilará a los 65 años
Con la aprobación hoy en el Congreso de la reforma del sistema de pensiones culmina el proceso iniciado con la firma del Acuerdo de Pensiones el pasado 2 de febrero. CCOO muestra su satisfacción por la forma en que los contenidos del Acuerdo Social y Económico han sido trasladados al que será nuevo texto legal.
Se han incorporado tanto el contenido del Acuerdo como las cuestiones
del mismo que necesitaban mayor concreción y que han sido abordadas por
el Gobierno, los grupos parlamentarios y los interlocutores sociales
durante el periodo de tramitación parlamentaria.
Se aborda una reforma profunda del acceso a la jubilación, sustituyendo
el actual por un nuevo sistema gradual y flexible de acceso a la misma,
con las siguientes consecuencias:
La edad ordinaria de jubilación se sitúa entre 65 y 67 años, según la carrera de cotización de cada persona.
Una amplia mayoría de trabajadores y trabajadoras por cuenta ajena
seguirán jubilándose con 65 años y el 100% de su pensión, reconociendo
su esfuerzo de cotización superior.
El retraso de la jubilación a los 67 años o edad posterior a los 65, sólo afecta a las carreras más cortas de cotización.
Se fomenta que las personas con esas carreras de cotización más cortas
eleven su esfuerzo de cotización, con lo que obtendrán mejores
pensiones, y se prevén largos periodos transitorios para facilitar el
proceso. Se reconocen un nuevo derecho a la jubilación anticipada
voluntaria a los 63 años, inexistente hasta ahora en España.
Se reconocen nuevos periodos cotizados a jóvenes en formación y personas
que han renunciado al trabajo para atender a sus hijos. Con ello, se
facilita con medidas desconocidas hasta ahora en nuestro sistema de
pensiones, el cumplimiento de los nuevos requisitos y se ayudará a
mejorar las carreras de cotización de jóvenes y mujeres.
Por otra parte, con esta reforma se van a mejorar las pensiones de en
torno a 2 millones de personas que padecen hoy un tratamiento
discriminatorio en materia de protección social. La integración de los
regímenes especiales agrario (850.000 personas) y de empleados de hogar
(700.000 personas); el reconocimiento de coeficientes reductores en la
edad de jubilación para los trabajos más duros, mejorará sustancialmente
la protección social de estos colectivos.
Por otra parte, la previsión del Acuerdo Social y Económico de mejora de
las pensiones más bajas de pensionistas que no tienen otras rentas, se
ha concretado en una mejora de en torno a un tercio de las pensiones de
viudedad, satisfactorio pero aún insuficiente por lo que deberá
profundizarse en esta medida en el futuro.
No obstante, la adecuada traslación del Acuerdo Social y Económico a
este nuevo texto legal, no impide que mantengamos una posición crítica
con alguna de las materias que han sido objeto de acuerdo parlamentario.
Concretamente la inadecuada previsión de traspaso de inmuebles de la
Seguridad Social al estado, para su posterior traspaso a las comunidades
autónomas, que supone detraer patrimonio de la Seguridad Social sin las
adecuadas compensaciones al amparo de una supuesta e inexistente
compensación de deudas. Esta materia no ha sido tratada en el marco del
Diálogo Social, no estamos de acuerdo con ella y debe ser objeto de
renegociación.
Esta reforma, resultado del Acuerdo Social y Económico, reconduce de
manera sustancial la prevista inicialmente por el gobierno, orientada de
forma incorrecta a la gestión de la crisis actual, y afronta, en su
conjunto, las necesidades propias de nuestro sistema de pensiones,
reforzando su sostenibilidad para las futuras generaciones y el
principio de contributividad que consiste en reconocer adecuadamente el
mayor esfuerzo de cotización de la mayoría de los trabajadores y
trabajadoras por cuenta ajena, al tiempo que exige mayor esfuerzo a las
personas que hoy cotizan menos, al amparo de la regulación en vigor.
Es producto del consenso, del acuerdo y de la responsabilidad de los
interlocutores políticos y sociales. Contrasta por ello, positivamente,
con la imposición de otras reformas en los que el sentido de la
responsabilidad ha brillado por su ausencia, como la reforma laboral y
la de la negociación colectiva, que constituyen un fracaso cuyos efectos
no serán positivos y que, por ello, deben ser corregidas.
CCOO
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