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Carrera profesional sostenible
Circular CCOO en el Grupo Banco Popular
julio 2011
Nos encontramos muchos casos de compañeros y compañeras que desde que entraron a trabajar en el Banco, han restringido su vida personal al ámbito profesional. Primero intentando consolidar su puesto de trabajo, para alcanzar después una capacitación que les permita desarrollarse profesionalmente. Al poco tiempo conocen, que el esfuerzo, la formación y la capacidad no son suficientes para alcanzar un legítimo desarrollo profesional.
Descubren que es condición sine qua non la permanencia y la disponibilidad. Permanencia en el puesto de trabajo, mediante exageradas prolongaciones de jornada y estando dispuesto, sin rechistar, a desplazarse a donde el Banco decida.
Esta insana forma de desarrollo profesional, permanencia y disponibilidad, en no pocos casos, conlleva reducir tiempo para la familia, para el descanso, para el ocio, para la cultura y, en general, para el compromiso con la vida. Y es verdad que su esfuerzo, dedicación y capacidad puede comportar un reconocimiento en su salario variable y en su categoría laboral.
Pero llega un momento, más pronto o más tarde, que estos profesionales que han entregado todas sus energías, anhelos y disponibilidades tienen que decir NO a una nueva propuesta de traslado, a no poder asumir una nueva responsabilidad, a reducir su dedicación, etcétera, por imperativo personal o familiar, ¡qué más da!. Es entonces cuando el banco empieza a considerarlos amortizados, prescindibles, obsoletos, gente apalancada. Sus hábitos son malos hábitos, sus errores son calificados como irregularidades que conlleva pérdida de confianza, que a su vez, puede devenir en una sanción.
El Banco deber ser consciente de que las carreras profesionales, hasta ahora, son mayoritariamente largas y que durante su recorrido existen factores determinantes en la vida de las personas que se deben de tener en consideración: creamos familias, se rompen, tenemos hijos, padecemos enfermedades, fallecen familiares y otros acontecimientos, hasta finalmente ver, a partir de cierta edad, mermada nuestra vitalidad, que no por ello nuestra sabiduría, que el tiempo acrecienta.
Estas son las eventualidades que reconocemos en nuestro entorno, en nuestros compañeros, en nosotros mismos. Desde COMFIA-CC.OO. exigimos un cambio en la política de Recursos Humanos del Banco y sus responsables, en los distintos niveles que la ejecutan. Un cambio donde demuestren su capacidad de gestión, entendiendo que una carrera profesional sostenible pasa por diferentes intensidades y sabiendo adaptar y acomodar las capacidades personales respetando la dignidad del trabajador, para impedir la generación de tensiones en los equipos de trabajo.
Todos los empleados y empleadas del Banco Popular, del primero al último, jóvenes y no tan jóvenes, debemos tener en cuenta que nos conviene a todos y todas exigir que se respete una carrera profesional sostenible que nos afecta sin distinción. Contribuir o permitir con nuestra actitud la desestructuración de nuestras condiciones laborales en un momento de nuestra vida laboral nos pasará factura cuando podamos necesitarlas.
Julio de 2011