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Recapitalizacion de cajas: Crónica de un proceso fallido
José María Martínez
COMFIA CCOO considera que el proceso que acaba de concluir
con la nacionalización de tres grupos de cajas y el ultimatum dado a
otros dos, es un proceso fallido e inconcluso.
El Gobierno inició tarde la reestructuración del sector porque se
resistió a reconocer el problema. Cuando se puso en marcha en 2009 el
Fondo de Adquisición de Activos (FAAF) era cuando se tenía que haber
iniciado la capitalización, como en el resto de Europa.
Más tarde se aprobó la creación del FROB, pero no se puso en marcha
hasta casi un año más tarde, cuando se modificó la LORCA. Ello
desencadenó el movimiento de concentración, de manera atropellada, sin
orden, con fusiones intraterritoriales y creación de SIPs.
En mitad de ese proceso, tras la crisis irlandesa, el Gobierno
improvisa una nueva legislación. Se aprueba el RD de reforzamiento del
sistema financiero. Se elevan y anticipan los requisitos de core capital
discrminando a las entidades que tuvieran menos de un 20% de capital
privado, es decir , las cajas, a las que se exige contar con un 10% de
core capital, frente al 8% del resto.
El Ejecutivo cambia las reglas en mitad de ¨la partida¨, fija el
objetivo en la elevación de los requisitos de capital ¨de cara a la
galería, buscando calmar a los mercados. Deja en segundo plano la
exigencia de sanear los balances, lo que si generaría confianza. El
objetivo: no dejar ninguna salida a las cajas, se habían de privatizar
sí o sí.
La elevación de requisitos, no obstante, no ha servido para reforzar
la confianza, pues ni se utilizan los criterios de Basilea III, ni han
sido reconocidos por el EBA para los test de estress. Y, por añadidura,
han sido contraproducentes para la circulación del crédito y la
necesaria palanca para el Crecimiento.
El RD de reforzamiento del sistema, por el contrario, si ha tenido consecuencias, como poco singulares.
a) Ha conllevado la venta precipitada y a precios de saldo de los
dos grupos que han salido a Bolsa: Bankia y Banca Cívica. Ambas por la
valoración extremadamente baja han quedado al borde mismo de la
conversión en fundaciones.
b) Se le da un ultimatum de 25 días a Liberbank y BMN para que
alcancen el 10% de core capital, bien saliendo a bolsa, bien
incorporando a inversores privados por más del 20% de su capital. Llama
la atención que este ultimatum previo a una nacionalización parcial -
aunque visto la experiencia con otros grupos con una participación
estatal muy elevada - se le realice a dos entidades que cuentan con un
core capital de más del 9%.
c) Asimismo, el pasado viernes el FROB, es decir, fundamentalmente
el Banco de España y el Ministerio de Economía, decidió la
nacionalización prácticamente total de NCG y CX y totalmente la de
UNIMM, cuyo déficit de capital se ha valorado como la totalidad de su
valor. Tres grupos que proceden de la fusión intrarregional de cajas que
nunca se debieron autorizar.
d) Y por último queda la intervenida CAM, "lo peor de lo peor"dijo
MAFO parafraseando al capitán Renault de Casablanca cuando ordena
cerrar el Rick's Cafe: "qué escándalo, qué escándalo, he descubierto que
aquí se juega".
No sabemos aún si, como indica el FMI, será necesario más capital.
Dependerá en gran medidad del saneamiento de los balances, eso que el
Gobierno y Banco de España han obviado. Dicho saneamiento puede venir
inducido por una caída aún mayor del valor de los inmuebles, por el
incremento de la mora o por nuevos episodios de crisis de Deuda
Soberana.
Lo que es una certeza es que los grupos nacionalizados y/o
intervenidos se encuentran en una situación similar a las entidades que
en los años 80 se hallaban en el FGD, por lo que el proceso que ahora se
da por concluido no ha hecho sino volver a la casilla de salida. Con la
experiencia acumulada tras sucesivas crisis bancarias, pareciera que
sólo había que seguir el camino de baldosas amarillas. Sin embargo, al
final, detrás de la cortina, sólo había un pobre hombre asustado. Sin
rstro del famoso Mafo de Oz
Esperemos que en esta ocasión, un nuevo Gobierno y, probablemente,
un nuevo Gobernador del Banco de España no extravien la ruta de salida a
la necesaria reestructuración del sector. Y los sindicatos lo que
reclamamos es que ésta complete con un compromiso social que garantice
el menor trauma posible para las plantillas afectadas.