Archivado en Comunicados, Fusiones
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La fusión depende de las cajas: la pelota está en su tejado.
Como ya se preveía, este ha sido un verano de muchas y confusas noticias en torno al proceso de integración de las tres cajas vascas. Más que serpientes de verano hemos tenido víboras de verano. Sobre todo en Gipuzkoa, donde los votos de CCOO pueden ser determinantes en el sentido de la decisión de la asamblea.
Sin embargo, más parece que aquí nos encontramos ante una situación de susto o muerte. La presión que se ejerce sobre los representantes de CCOO para que se vote a favor de la integración en las Asambleas, haya o no haya Acuerdo Laboral, es intolerable. Tratan de traspasar a los representantes de las plantillas, la responsabilidad de una operación empresarial, y esa no es nuestra función. CCOO defenderá, en primer lugar, los legítimos intereses de las plantillas, y una vez más lo repetimos, estos intereses pasan necesariamente por la firma de un acuerdo laboral que de seguridad, estabilidad y garantías.
Es responsabilidad de los gestores de las cajas el llegar a un acuerdo laboral con los representantes de los trabajadores. Única y exclusivamente de ellos y de los partidos que les han avalado en su proyecto, que, por cierto, parecen haberse desentendido de cómo se está gestionando su alumbramiento. Porque el texto del acuerdo exigido por CCOO, PK y el GIV, tiene un contenido, como decíamos, razonable y acorde con la situación actual: garantías de estabilidad en el empleo, garantías y compensaciones adecuadas a la posible movilidad geográfica, una política coherente y sensata de prejubilaciones y bajas incentivadas para dar salida al excedente de la fusión, cierre de los actuales convenios, garantizando sus condiciones hasta que se sustituyan por un nuevo convenio de empresa que las unifique, ordenación del horario laboral, Son cuestiones de toda lógica y sentido. No es un problema, pues, de prejubilaciones, como algunos interesadamente pretenden.
Sin embargo, por lo visto hasta ahora, daría la impresión de que los gestores de las cajas han apostado desde el principio por no llegar a un acuerdo laboral. Por utilizar la presión, las noticias alarmistas en prensa (parece mentira cómo algunos periodistas se han convertido en voceros de las cajas) y la desinformación como medio para forzar la posición de CCOO.
Quedan menos de tres semanas para las asambleas de BBK y Vital y una semana más para la de KUTXA. Pues bien, una vez más, para quienes piensan que ya está todo arreglado, reiteramos que si por tercera vez este discutible proyecto queda cojo tendrán que buscar la responsabilidad en quienes han decidido que cuestiones que se han acordado en todos los procesos de reordenación del sector no se podían alcanzar en el caso de las cajas vascas. La pelota está en su tejado.