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Nosotros somos los bancarios y las bancarias, NO somos los banqueros
COMFIA-CCOO.- Mil quinientas personas se reparten los 500 millones de euros que suponen las remuneraciones de las cúpulas de dirección del Sector Financiero. En relación a los resultados suponen un 2,10% de los beneficios totales del sector y, paradójicamente,
en las entidades que han recibido ayudas, consumen un 8,90% del beneficio. Tres datos del año 2010 para el conjunto de las 52 entidades que presentan un balance superior a 7.000 millones de euros.
24-02-2012 - Mientras tanto, más de 250.000
profesionales del sector financiero (los Bancos de toda la vida, de los
Bancos antes Cajas y de las Cajas Rurales) atendemos las necesidades de
los clientes que, en muchos casos, descargan su indignación sobre la
plantilla en la red de oficinas. Una plantilla que ha de gestionar la
crisis en directo, con nombres y apellidos. El ejemplo más cercano, la
crisis de las participaciones preferentes o el tratamiento de la
morosidad en el capítulo hipotecario.
La agresividad de determinadas estrategias comerciales en el período de
crecimiento y la presión sobre las plantillas para colocar productos de
manera indiscriminada, han configurado un modo de relacionarse con los
clientes que ahora, en plena crisis, deja a las plantillas indefensas
para retener y aumentar el negocio. El descrédito que vienen acumulando
día a día los banqueros se extiende, en algunos casos de manera
interesada, a todas las personas que trabajamos en el sector financiero.
Cada vez somos más los trabajadores y trabajadoras que estamos entre la
espada y la pared en nuestro quehacer diario y somos víctimas, no sólo
de una grave situación de presión psicológica, sino también de episodios
de violencia y amenazas cada vez más graves (el pasado miércoles, sin
ir más lejos, tres compañeros han sido apuñalados por un cliente)
Desde CCOO entendemos que la situación tiene ya nivel de gravedad
suficiente como para exigir a las entidades que adopten medidas
urgentes: para solucionar los problemas que aquejan a la clientela y
para prevenir y proteger a sus plantillas.
La Ley de Prevención de Riesgos Laborales obliga a las empresas a
garantizar la salud de sus trabajadores en función de los riesgos
derivados de la actividad que realicen. Solicitamos de las empresas
medidas de seguridad para garantizar los mínimos que marca la ley. Si
los productos que comercializamos causan situaciones de riesgo para la
salud, la empresa está obligada por ley a poner las medidas para
eliminar o minimizar este riesgo.
Nosotros no queremos ser los escudos protectores de las entidades y de
sus gestores, no debemos ser quienes amortiguar las iras de la clientela
recibiendo en nuestros cuerpos y en nuestra dignidad la agresividad de
una sociedad damnificada, porque trabajamos con honradez y porque, en no
pocos casos, somos los únicos preocupados por el problema del cliente y
el mantenimiento del negocio.
Ante esta agresión, es el momento de reivindicar la alta cualificación
de las personas que trabajamos en el sector y el buen hacer en el día a
día. La media de participantes en los procesos de formación de las
empresas supera los 130.000 en los últimos años y sólo el año 2009 se
superó la cifra de 2.800.000 horas dedicadas a formación. Datos que
demuestran una preocupación constante para mantener actualizados los
conocimientos de profesionales altamente competentes.
La cadena de responsabilidad está clara. Los trabajadores y trabajadoras
del sector no hemos participado en las decisiones que han determinado
el negocio financiero y, de paso, una parte importante de la crisis del
país. Tampoco hemos diseñado las estrategias comerciales que las
entidades han ofrecido a sus clientes. Hemos trabajado bien para cumplir
los objetivos que otros nos marcaban y, desde esta lógica, no es
tolerable que se nos exijan responsabilidades que no son nuestros.
Porque NO somos banqueros, somos bancarios y bancarias.
Febrero de 2012
COMFIA-CCOO