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¡HAY ALTERNATIVA! TRABAJO DIGNO Y SEGURO
Día Internacional de la Seguridad y la Salud en el Trabajo
El 28 de abril recordamos a las trabajadoras y trabajadores que han perdido su salud y su vida como consecuencia de las condiciones en las que desarrollaron su actividad profesional. Una jornada de recuerdo y lucha, y para reivindicar frente a empresas y a poderes públicos unas condiciones de trabajo dignas, seguras y saludables.
La clase trabajadora española y europea hemos perdido empleos, hemos disminuido nuestro poder adquisitivo, hemos visto cómo se recortaban los servicios que proporcionaba el Estado de bienestar y sufrimos recortes sin precedentes en nuestros derechos sociales, cuyo último capítulo, y desgraciadamente creemos que no definitivo, es la reforma laboral recientemente aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy.
En la actualidad asistimos a un deterioro de las condiciones de trabajo y a una reducción de los recursos dedicados a la prevención de riesgos laborales en las empresas que inevitablemente están suponiendo un quebranto en la salud y en la seguridad de las personas, y que en algunas ocasiones acarrean la pérdida de sus vidas.
Comfia-CCOO venimos alertando desde el inicio de la crisis sobre las terribles consecuencias que para la salud laboral puede tener la tentación de los empresarios de no considerar prioritarias las inversiones en prevención, así como los recortes en la materia por parte de las Administraciones Públicas.
Medidas como la retirada de mejoras de convenio en materia de incapacidad tem- poral o la cesión del control de la IT a las mutuas, unidas al miedo a perder el empleo (faltar nueve días al trabajo de forma intermitente durante dos meses, aún con baja médica, es causa de despido objetivo, tal como establece la reforma laboral recientemente aprobada por el Gobierno), hacen que los trabajadores y trabajadoras españoles acudan a su puesto de trabajo sin haberse recuperado de su enfermedad, con las consiguientes consecuencias para su salud individual y para la salud pública.
Este fenómeno del presentismo está contribuyendo al deterioro del rigor de las estadísticas de salud laboral, ya que, a la infradeclaración de las enfermedades profesionales que veníamos sufriendo, se une un subregistro de accidentes leves que está sirviendo para maquillar las cifras de siniestralidad, ofreciendo un paisaje de la prevención de riesgos que no se corresponde con la realidad. Pero si nos fijamos en los accidentes mortales, de difícil ocultación, estamos asistiendo a una ralentización en su descenso a nivel estatal, tanto en términos absolutos como relativos, y a un aumento en algunos sectores económicos y comunidades autónomas, algunos de ellos escandalosos.
En 2011, las enfermedades que han ocasionado baja son sólo 44 más que en 2010, mientras que desde el año 2006, momento en el que se aprobó el nuevo sistema de notificación y registro de las enfermedades profesionales, se han producido 1.149 enfermedades profesionales sin baja, un 282% más, por miedo de los ciudadanos a perder su puesto de trabajo con motivo de la crisis económica; lo que ha producido que el pasado año sea el primero en el que las enfermedades sin baja superen a las que se notificaron con baja.
Asimismo, la imposición de un modelo de inserción al mercado laboral determinado por la precariedad, por el aumento de la discrecionalidad del empresario para im- poner la flexibilidad interna, por el miedo al paro y al despido gratis o barato, y por unas condiciones de trabajo con unos requerimientos físicos o psíquicos cada vez más elevados, está conformando unos entornos laborales tóxicos en los que las enfermedades vinculadas a los riesgos psicosociales afectan a un número creciente de trabajadoras y trabajadores.
Sin embargo, en CCOO y UGT estamos convencidos que esta situación no es irreversible. Hoy más que nunca la movilización es necesaria para demostrar que hay alternativas, que otra política económica y social es necesaria y posible y que la existencia de trabajos dignos y seguros es una de las bases en las que fundamentar un cambio de paradigma económico que nos permita salir de la crisis desde una perspectiva más justa, equilibrada y sostenible. Por este motivo invitamos a los trabajadores y trabajadoras, y al conjunto de la ciudadanía a movilizarse este 29 de abril en defensa de la salud y la seguridad en el entorno laboral y en recuerdo de las víctimas de las malas condiciones de trabajo.
"Ya está bien. Quieren acabar con todo. Con la educación y la sanidad no se juega. Por nuestros niños y niñas, por nuestros jóvenes, por nuestros pensionistas, por nuestro futuro no podemos permanecer impasibles. Estamos obligados a responder. No podemos ser cómplices silenciosos del mayor retroceso en derechos de nuestra historia".