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SIMIOCRACIA
El Sueño del Mono Loco
La recapitalización, hoy por hoy, sólo es posible si se anticipa desde el
sector público, condicionada a: que se reponga por las entidades en un tiempo
cierto para que en
última instancia no vaya a cargo del ciudadano; se reestructuren las entidades con problemas, pero evitando que
sean sus trabajadores los únicos que paguen la factura; y que ello no lo
lleven a cabo los gestores responsables de su situación, los cuales deben
responder por su gestión.
En estos tiempos de tanto ponerse de perfil, tras el
análisis de la nueva reforma financiera y van cuatro CCOO hemos planteado
una cuestión realmente polémica: la
recapitalización del sistema financiero debe formar parte de las políticas de
crecimiento.
Es decir, no basta con aumentar la
transparencia y no es suficiente garantizar la solvencia estática de nuestro
sector financiero obligándolo a realizar provisiones "a pulmón" o inyectando capital de manera insuficiente.
Bankia, de todas maneras, marca ya claramente un punto de inflexión frente a
los anuncios iniciales del Gobierno y no será la última entidad en ser
recapitalizada.
Hace dos semanas CCOO presentábamos
un documento de análisis y propuestas sobre la nueva reforma financiera donde
se estimaba que las necesidades de recapitalización eran de 60.000 millones de
. Bankia representa un tercio de dichas estimaciones.
La recapitalización hoy por hoy sólo es posible si se anticipa desde el
sector público, condicionada a: que se reponga por las entidades en un tiempo
cierto para que en
última instancia no vaya a cargo del ciudadano; se reestructuren las entidades con problemas, pero evitando que
sean sus trabajadores los únicos que paguen la factura; y que ello no lo
lleven a cabo los gestores responsables de su situación, los cuales deben
responder por su gestión.
Pero, todo ello, se ha de explicar
con transparencia al conjunto de la ciudadanía, más allá de la lógica alarma
social que causa tamaña inyección de capital público, la justificada indignación
que se levanta al tiempo que se recortan inversiones públicas y se pone en
cuestión el propio Estado del Bienestar y de manifestaciones más o menos
desabridas acerca de la depuración de responsabilidades.
Nosotros, que tenemos
responsabilidad en lo que ha ocurrido, al menos en las cajas de ahorros - las
que han ido bien y las que no - en la medida que hemos venido manteniendo
representación en órganos de gobierno, que ni la negamos, ni la ocultamos,
creemos que, no obstante, se debe de abrir el foco de la transparencia.
¿Con qué objeto? Más allá de las
eventuales acciones jurisdiccionales que se comienzan a abrir paso, hay que
determinar cuáles son las causas y cuáles las consecuencias de nuestra crisis financiera.
Quiénes son los responsables y en qué medida. Qué ha funcionado y qué fallado
en la gestión, en la administración y control de los consejos, en la
supervisión de los organismos reguladores (BdE y CNMV), en la supervisión de
los gobiernos autonómicos y, por último pero no menos importante, en las casas
auditoras. Pero también qué consecuencias ha comportado que el Gobierno y el
Legislativo no hayan realizado este tipo de reformas o acciones antes, en forma
de costes finales, caída en la recesión, destrucción de empresas y de su
empleo
Y todo esto, ¿para qué? Desde luego
no para que volvamos a caer en el juego cruzado de acusaciones, el reparto
indiscriminado de culpas, la opacidad, cuando no el ocultamiento. Tenemos que
ser capaces de alcanzar un diagnóstico del problema y de las soluciones lo más
común posible, porque ese relato de lo que está pasando es el que debe orientar
las reformas necesarias en materia de regulación financiera, supervisión y
gobierno corporativo que haga que corrijamos errores y aprendamos de lo
sucedido. Por ejemplo, ¿por qué no la creación de
Es estratégico, no sólo como acto
catártico general, sino para poder legitimar y explicar cuáles deben ser los
nuevos pasos, que no son otros que los de cambiar las perspectivas económicas.
Sólo así se podrá justificar este tipo de inyecciones de capital público a
parte del sector financiero lo que supone la recreación, temporal o no, de
una Banca Pública o el sostenimiento de la diversidad de entidades frente al
oligopolio - pues una de las palancas de ese giro en las perspectivas es la circulación del crédito.
Si no, el recrudecimiento de la
crisis seguirá causando estragos en la valoración de los balances
Tendría más sentido que todo esto
se realizara con apoyos del Fondo de Estabilidad Europeo, que para estas
situaciones se creó. Y aunque al Gobierno de España le incomode tener que ser
el primero en solicitarlo, no sólo sería lo más conveniente para los ciudadanos
españoles pues no se soportaría en exclusiva con la emisión de más Deuda
Pública Española -, sino que debería de exigir que, sin solución de
continuidad, desfilaran gran parte del resto de países de
Una acción concertada global de
Porque, entre otras muchas cosas, y
desde que se desencadenó la crisis financiera internacional, está ocurriendo
que hay una disputa entre las áreas monetarias. Fundamentalmente entre las
ligadas a los países de
Y también otra disputa sobre qué
instituciones financieras proveen de financiación a la economía global ¿la
intermediación de
El área dólar cuenta con los bancos
de inversión y con las agencias calificadoras, dos tipos de instituciones que
están en el origen mismo de la crisis financiera. Europa cuenta con sus bancos,
con importante actividad de banca de inversión en los casos británicos, franceses
y el Deutsche Bank, pero con una banca comercial que aún no ha digerido ni las
burbujas inmobiliarias locales ni los activos tóxicos subprime. Pero Europa no
cuenta con agencias de rating. Esas calificadoras que un día sí y otro también
califican a sus bancos y a sus deudas soberanas, y por elevación al Euro,
apostando, queremos decir, invirtiendo a medio plazo por su ruptura.
El Gobierno Español, con el
beneplácito de
Ha sacrificado al Gallo, pero mucho nos tememos que ha
elegido raposa y garduña para cuidar a
las gallinas. Se habló de Goldman Sachs (el banco que ayudó a Karamanlis a
engañar a
No somos sospechosos de connivencia
con el Gobernador. Hemos venido indicando sus errores, casi en solitario, desde
mucho antes de que se haya levantado su veda. Y, ahora sí, al filo del
agotamiento de su mandato se alza un coro de indignaciones, a lo capitán Renoir de Casablanca.
El Gobernador tiene una
responsabilidad importante en lo sucedido, pero sin olvidar que la mayor y
previa es la de los gestores; y sin infravalorar la del resto de participantes.
Pero el Banco de España tiene los
medios y los profesionales para llevar a cabo esta tarea. Sólo hace falta que
se les haga caso. Probablemente con la próxima renovación de su gobierno, con
apoyos del EBA y el BCE, más que con la participación de auditores ¿independientes?
baste para colocarlo en el centro de la solución. El Mediterráneo hace rato que
se descubrió y basta ya de jugar a aprendiz de brujo desde lo alto de un
guindo.
Y por último, ahora que se han
planteado avances significativos en política fiscal común de
28 de mayo de 2012