Esta empresa tiene muchas caras, y pocas buenas. En las negociaciones de los ERTES nos muestra su cara más amarga, diciendo que las cosas están muy mal, pero luego, con la prensa, con los cuadros intermedios para que lo comuniquen a la plantilla, con la CNMV, etc. se quiere sacar pecho. Nos dicen que 2013 ha sido un año de transición (otro más) pero que en 2014 iremos viento en popa y a toda vela.Es posible que vayamos a toda vela, pero los demás hace tiempo que inventaron el motor diesel y hasta el gasolina.
El cuadro que nos presenta la empresa es, cuanto menos, para reflexionar sobre el futuro, pues la viabilidad de este proyecto, al menos en solitario, nos ofrece muchas dudas.
Se cumplen los ratios de solvencia, claro, pero de aquella manera: con los famosos trueques de híbridos, con los CoCos y, sobre todo, con la bajada de activos ponderados, circunstancia ésta última que también influye en la cuenta de resultados, y no siempre para bien. Lamentablemente, estamos lejos de mantener este ratio por la vía de la capitalización de beneficios. También hay opacidad en la información sobre el impacto que tendrá en los fondos propios la nueva regulación de DTA (activos fiscales diferidos), cuyo importe en el grupo es muy elevado y no todo podrá capitalizarse, ni mucho menos.
La calidad de la cartera crediticia sigue deteriorándose, teniendo que provisionar algo más de 400 millones en saneamientos. ¿Cuánto más hay que sanear? y de lo dudoso ¿cuánto hay que seguir provisionando por calendario?, de los créditos dudosos con garantía real ¿cuántas de esas tasaciones reflejan el valor real de mercado? La cobertura de los activos dudosos ha bajado en 4 puntos. No obstante la empresa, en su habitual ejercicio de funambulismo, compara datos inconexos: por un lado habla de morosidad (10,4%) como un éxito en relación al sector, pero sin incluir activos sujetos a EPA; por otro, habla de coberturas superiores al 50%, pero incluyendo activos EPA. La realidad es que la morosidad es del 21% y es una barbaridad. Se dirá que procede de donde procede y que se recibieron ayudas, pero la dirección ha sido incapaz de reducir estos porcentajes, de gestionar con eficacia. Vamos, que le viene grande la gestión del Grupo.
La caída en balance siempre es un hecho preocupante. No obstante, los planes aprobados en el Mou indican que el balance debe situarse en unos 39.000 millones, bien cierto que buena parte de esta reducción es en mercados mayoristas, cuyos activos guardan cierta correlación con los pasivos. Aquí tenemos que poner de manifiesto que la gestión técnica del balance se hace en muchas ocasiones con criterios acertados, guardando correlación la obtención de las fuentes de recursos con sus aplicaciones, lo que sin duda le da estabilidad patrimonial y de solvencia a corto plazo (liquidez). Otra cosa es la gestión del negocio, del negocio bancario, del día a día, cuya gestión, manifiestamente mejorable, le da inestabilidad a la cuenta de resultados.
El efecto de la gestión se observa en el margen de interés, que cae más de un 20%. Difícilmente el incremento en el margen bruto, de escasamente un 1,9%, se justifique como algo positivo, pues la mayor parte de las partidas que mejoran este ratio no son recurrentes y difícilmente se podrán mantener en siguientes ejercicios, pues las ventas de negocio de seguros, plusvalías por ventas etc., tienen un límite. La hucha, como todas, termina agotándose, por lo que dependemos muy mucho del negocio recurrente que, como hemos señalado, cae en términos nominales en más de un 20% y también en términos relativos de balance, pasando en este caso el margen de interés del 1,15% sobre balance, en 2012, al 0,94% sobre balance, en 2013.
Mejora el ratio de eficiencia hasta converger con el resto del sector, fruto de las reducciones en los gastos de personal. Bien, ya tiene la empresa lo que buscaba y la mayor parte de la RLT se la hemos facilitado para poder competir en igualdad de condiciones con la competencia. Ahora es hora de exigir resultados y que la cuenta de pérdidas y ganancias refleje la gestión de la empresa.
No habrá justificación para no presentar resultados muy favorables en 2014, de acuerdo con lo que dice la empresa. No obstante, nos tememos que ésto no será así. Si todo sigue así, las proyecciones de resultados para este año serán malas, al menos en generación recurrente de negocio, pues el Grupo ha perdido una parte importante de negocio recurrente y rentable. Fruto de esta gestión son los resultados del año: en contra de lo que se indica en la publicidad (beneficios por 48 millones) la realidad, la pura realidad, es que hay pérdidas por 9 millones, en el mejor de los casos, pues se obtienen "sólo" 9 millones de pérdidas gracias a los resultados no recurrentes de más de 200 millones como resultados positivos de operaciones financieras. ¿Cómo se explican los 48 millones de beneficios? pues por un artificio contable (legal, eso sí) que se llama "activación de créditos fiscales". Lo cierto es que, hoy por hoy, a la luz de los resultados facilitados por la empresa, no generamos beneficios, se mire como se mire y, lo más preocupante, es que no sabemos, por lo menos la RLT, si ganamos o perdemos con el negocio tradicional.
En definitiva, este grupo requiere:
- Mejorar urgentemente el margen de interés, para lo que se precisa buscar negocio en activos a particulares y empresas, gran parte de los cuales se han perdido por la "política de desprecio al cliente".
- Recuperar morosidad y reducir el volumen de dotaciones.
- Las desinversiones para amoldar el balance a los requisitos impuestos, y en aras a recapitalizar la entidad, no deben comprometer el negocio recurrente.
- La reducción de gastos generales (como consultorías, abogados, etc., etc., etc.) sigue siendo algo realmente necesario y que no se ha abordado.
- Urge cambiar la política de personal, pues en una empresa de servicios financieros su principal capital son sus profesionales. Para ello hay que motivar y no amenazar y cumplir para que los demás cumplan. Eliminar la "política de desprecio al empleado".
- Se precisa una mejora integral en la gestión del negocio.
Dicho todo lo cual, mantenemos serias dudas en la cualificación profesional de los actuales gestores.
Creemos que este proyecto se les va de las manos y que les viene muy muy grande.
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