Archivado en
El Modelo Comercial a debate (III)
La plantilla desorientada entre lo que exigen los mandos intermedios y lo que dice el Modelo Comercial del Banco
CCOO hemos iniciado a finales del año pasado una serie de circulares sobre el modelo comercial de Banco Santander, su planteamiento teórico y la aplicación práctica en la Red. Por aquel entonces, nos hacíamos eco de las quejas de la plantilla ante la cantidad de burocracia (cortes de producción, cajas diarias, reportes, reuniones, multiconferencias, etc.) que impiden la dedicación necesaria a la producción y a la atención al cliente.
A finales del año pasado iniciamos una serie de
circulares sobre el modelo comercial de Banco Santander, su planteamiento
teórico y la aplicación práctica en la Red. Por aquel entonces, nos hacíamos
eco de las quejas de la plantilla ante la cantidad de burocracia (cortes de
producción, cajas diarias, reportes, reuniones, multiconferencias, etc.) que impiden
la dedicación necesaria a la producción y a la atención al cliente. Simultáneamente, CCOO nos reunimos con la dirección
del Banco y solicitamos la implantación de medidas para la racionalización y
mejora del modelo, que resumíamos en:
· Fomentar el trabajo en equipo en lugar de la competencia entre la plantilla.
· Potenciar la motivación en detrimento de la presión.
· Racionalizar la jornada y los horarios.
· Restablecer la objetividad de la evaluación.
· Revisar la función y sistemáticas de trabajo de las Direcciones de Zona y Comerciales.
Días después, desde la Secretaría Técnica y
Coordinación de Redes, dependiente de la Oficina de Información y Priorización
Comercial del Banco, se remitió a las Direcciones Territoriales instrucciones
precisas y por escrito para acabar con la vorágine de partes, reportes y
multiconferencias que perturban el trabajo en la Oficina y, además, imposibilitan
la conciliación real de la vida personal y laboral, generando con todo ello un nefasto clima laboral.
Desde entonces, y recogiendo en parte las propuestas de CCOO, la alta dirección, con el
consejero delegado a la cabeza, está difundiendo un mensaje de cambio basado en
la eliminación de la burocracia que resta productividad, en convertir a las
oficinas en banqueros acercando la decisión final a la clientela, y en querer
ser el mejor Banco no solo para la clientela sino también para la plantilla,
llegando a decir que hay que irse antes, o que Santander somos todos, como símbolo de la responsabilidad de la Empresa
para con sus trabajadores y trabajadoras.
Nada más
alejado de la realidad. Las
Direcciones de Zona y Comerciales siguen pidiendo los mismos reportes, si no
más. Las multiconferencias y reuniones se convocan sin ton ni son, cualquier
día a cualquier hora, la evaluación del desempeño sigue siendo supervisada
por los Directores y Directoras de Zona y, lo que es peor, nuevas figuras se
están incorporando a estas exigencias con talleres, despachos, termómetros,
etc. que obligan a grandes desplazamientos para asistir a reuniones.
La plantilla
no puede más. La desorientación entre
lo que dicta el Modelo Comercial y lo que realmente le exigen sus mandos
intermedios es tremenda. El medio se ha convertido en el fin, y rellenar los
partes o tener datos con los que afrontar las llamadas ocupa la mayor parte del
tiempo de trabajo y, en algunos casos, se está recurriendo a la picaresca o el
truco para pasar el trámite.
CCOO estamos denunciando insistentemente ante la alta
dirección esta dualidad en el modelo, poniendo de relieve el descaro de muchos
mandos intermedios para bordear las instrucciones que se les dan, y cómo continúan
realizando prácticas como las descritas, de presión y acoso contra la plantilla.
Recientemente, el Banco ha remitido a determinadas Oficinas un cuestionario
para saber qué cantidad de reportes, multiconferencias y reuniones se están exigiendo
en el día a día.
Los delegados y las delegadas de CCOO seguiremos denunciando públicamente estas prácticas, y si
este camino no tiene éxito, no dudaremos en poner en marcha otros mecanismos
más contundentes. Esto no puede seguir
así. Y, desde luego, consideramos vital que se conteste al cuestionario de
manera rigurosa y obviando presiones externas. Entre todos y entre todas, podemos poner
freno a estas prácticas y conseguir una mejora real del clima laboral.