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Evaluación devaluada
Las injerencias en el proceso invalidan los resultados: CONTESTA
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El 31 de marzo, ha finalizado el plazo para realizar la entrevista de evaluación, último paso del proceso.
Ahora se abre el periodo en el que cada
evaluado y cada evaluada puede introducir comentarios personales en su
evaluación.
La
evaluación de este año, correspondiente a 2013, ha padecido los mismos
problemas que años anteriores, agravados aún más por el hecho de que la fusión
ha provocado cambios en las direcciones de zona, cierres de oficinas y
desplazamientos de plantillas, etc. Hay un número significativo de evaluadores
que no conocían el trabajo de las personas que tenían que evaluar, por haber
estado muy poco tiempo con ellas; muchos supervisores han cambiado de zona, con
el mismo problema.
Pero
lo más grave es que la independencia, la objetividad, la valoración de las
profesionales y los profesionales del Banco de acuerdo a la labor desempeñada,
al esfuerzo realizado, a su contribución a los resultados, ha brillado por su ausencia, en la gran mayoría de los casos.
En
general, se ha manifestado con toda su crudeza la manipulación, la
tergiversación, y la vinculación de la evaluación con oscuras campanas y resultados preestablecidos, a
pesar de las manifestaciones de la Alta Dirección anunciando su desaparición.
Hay multitud de correos electrónicos desde las direcciones de zona pidiendo la
evaluación de todo el personal de las oficinas antes de grabarlas en el
sistema, e indicando a cada evaluador la nota que tienen que poner a cada
miembro de su equipo.
La entrevista se convierte así en un trámite vacío, que en la mayoría de los casos no se realiza porque ninguna de las
dos partes tiene interés: quien evalúa, porque sabe que no puede modificar lo
que le han dictado, y a quien se evalúa, porque es consciente de la inutilidad
de sus esfuerzos.
¿Hay
alguien en el Banco, alguien responsable que valore la frustración, la
impotencia, la sensación de tomadura de pelo que tiene la plantilla con esta
pantomima? Parece que no, o a quienes debería importarles, les da igual.
No se
nos puede olvidar que la evaluación es una herramienta que se utiliza, entre
otras, para decidir traslados, para incoar expedientes disciplinarios, para
decidir recorridos profesionales y cambios de función. Pero tal y como se ha realizado hasta ahora
produce el efecto contrario al deseado; desmotiva en vez de motivar y
enrarece el ambiente.
Únicamente
el discurso no vale, es necesario plasmar en la realidad las mejoras que se
anuncian si de verdad el Banco pretende que el mensaje sea creíble, si de
verdad pretende que mejore el clima laboral.
Hoy
se abre la evaluación para que podamos manifestar nuestra opinión. Es el momento de que la plantilla participe
del proceso, es el momento de que quienes no estén conformes con cómo se ha
realizado su evaluación, lo manifiesten en la misma para hacer saber al Banco
las irregularidades que se han cometido.
Desde CCOO os animamos a participar
expresando vuestra opinión, en un proceso que tiene importancia y consecuencias
para la vida laboral y el desarrollo profesional de las trabajadoras y los
trabajadores de Banco Santander.
1 de abril de 2014