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CCOO sobre la "privatización"
En el consejo de administración de Kutxabank, donde no
está CCOO, hay dos sillas disponibles. Sillas que, desde hace más de un año, están
a la espera de que Bildu designe a las personas que han de ocuparlas. Alto
grado de irresponsabilidad por su parte, si se nos permite decirlo, pues es en
ese órgano donde se toman las decisiones importantes: IRPH, política sobre desahucios,
reparto de dividendos y con ello los fondos que se destinarán a la obra social en
el siguiente ejercicio, entrada de capital privado, etc.
En lugar de
afrontar sus propias responsabilidades, prefieren batir el agua donde no hay
charco: en Kutxa. Y a esta formación política, a la que se han unido
determinados grupos sindicales de nuestro entorno, se le ha ocurrido exigirnos que
nos pleguemos a sus demandas, utilizando incluso contra nuestra
representante por impositores, una trabajadora como tú, acciones coercitivas
propias de otros tiempos. Vano intento; no lo vamos a hacer.
Cuando
la sección sindical de CCOO en Kutxabank, a través de los representantes en la
plantilla y personas afines al sindicato en representación de la clientela, decidimos
en el año 2012 presentar nuestra candidatura a los órganos de gobierno de las
cajas de ahorro lo hicimos con objetivos claros:
· Defender el mantenimiento de la obra social.
· Defender el mantenimiento del empleo y las condiciones laborales.
· Defender el control del banco Kutxabank por parte de las cajas matrices.
Estees nuestro ideario y el camino que hemos recorridohasta el momento. Cada votación en los consejos de administración o asambleas
ha estado orientada a conseguir estas metas. Algo que no todos los grupos
presentes en las cajas pueden decir.
Grupos
sindicales y políticos que, utilizando medias verdades, si no mentiras enteras,
pretenden negar lo que ya hicieron: votar a favor de la privatización en el año
2011; o lo que es inevitable: la conversión en fundación bancaria obligada por
ley. Mensajes de miedo y catastrofismo, con el único objetivo de buscar réditos
electorales.
No,ya no
estamos ante un proceso de
privatización. La integración de la actividad financiera
de las tres cajas en Kutxabank se realizócreando una sociedad anónima, máxima expresión de sociedad privada, mediante acuerdo de todas las fuerzas políticas, incluidoel voto favorable de Bildu,
aunque les duela decirlo. ¿Por qué ocurrió esto? En ese momento no había otra
salida: aunque nuestras cajas estaban saneadas, para evitar la intervención
futura se debía traspasar el negocio a un banco. Quizás las fusiones a 3 y a 2
(esta última tumbada por las fuerzas políticas ahora agrupadas en Bildu y los
sindicatos nacionalistas) hubieran podido sortear este paso. ¿Explicarán algún día por qué se opusieron a la fusión
de las cajas vascas? Era el momento, pero no fue así. Nos dejaron solos
en la defensa de la naturaleza jurídica de las cajas, pues no les
parecía una idea interesante; es más, estaban radicalmente en contra. Ahora
lloran lo que no quisieron defender. Desde luego, hipocresía no les falta.
Y
si no se trata de la privatización, entonces ¿de qué hablamos? Pues de que la
Ley 26/2013 establece la obligación, en sus artículos 34 y 35, de convertirnos
en fundaciones bancarias, y aclara que
transcurrido
el plazo de seis meses sin que se haya ejecutado la citada transformación, se
producirá la disolución directa de todos los órganos de la caja de ahorros y la
baja en el registro especial de entidades de crédito del Banco de España,
quedando transformada en fundación bancaria u ordinaria, según proceda. La
falta de transformación en fundación bancaria en el plazo previsto en este
artículo constituirá infracción muy grave de conformidad con lo previsto en la
Ley 26/1988, de 29 de julio, sobre Disciplina e Intervención de las entidades
de crédito.
Blanco y en botella: leche. Las cajas de
ahorro están muertas. Las mataron las dos reformas sucesivas de la Ley Orgánica
de Cajas de Ahorro. Están muertas porque si la
conversión en fundación bancaria no es aprobada intervendrán las autoridades
supervisoras y se convertirán igualmente de forma automática. ¿No se parece
mucho esto a discutir del sexo de los ángeles? ¿Por qué se empeñan algunas
fuerzas políticas y sindicales en hacer creer que depende del voto de CCOO en
el consejo de Kutxa esta conversión, cuando independientemente del voto del
consejo de administración, la transformación se dará por ley? Acusar y acosar a
CCOO por la privatización de las cajas no deja de ser un acto de cinismo y
cobardía con el que eludir su responsabilidad.
¿Supone la conversión en una fundación bancaria la
desaparición de la obra social? Rotundamente no. El único cambio es en la
naturaleza jurídica y en sus órganos de administración y control. Las
fundaciones bancarias seguirán teniendo como principal patrimonio las acciones
de Kutxabank y seguirán contando con el dividendo de estas acciones para
financiarla. Como en la actualidad.
Si la privatización no es el punto en discusión (ya hemos
dicho que Kutxabank es una sociedad anónima), tampoco la conversión en
fundación bancaria, y la existencia de la obra social no está en discusión,
seguimos preguntándonos
¿de qué hablamos?
De lo que sucederá después. De si convertidas en fundaciones
bajarán su porcentaje de propiedad en el banco; de si entrarán o no inversores
privados en el capital de Kutxabank; de si las nuevas fundaciones mantendrán o
no su control. Ninguno de estos pasos se van a decidir ahora, ni compete a los
actuales consejos de administración de las cajas tomar la decisión. ¿Lo quieres
más claro aún?: el consejo de administración de Kutxa no va a votar en ningún caso la entrada
de capital privado en el banco.
No nos sorprende la hipocresía de quienes exigen a CCOO que
asuma su postura mientras ellos mismos hacen dejación de su responsabilidad:
forma parte de sus señas de identidad. Sí, porque, a propuesta nuestra y de PK, en el
consejo de administración de Kutxa se aprobó que Bildu nombrase a esas dos
personas para el consejo de Kutxabank. La pregunta es obvia: ¿por qué
siguen sin hacerlo? Esto es lo que mejor les permitiría defender
sus postulados en el banco, donde se toman las decisiones importantes y donde,
vaya, no está CCOO. Pero es más cómodo descargar la responsabilidad en otros y
no ejercer la propia. Es más cómodo atacar a quien no piensa como ellos y no
mojarse en el órgano decisorio. Y, además, proporciona protagonismo en más ruedas
de prensa.
Decimos que no nos van a doblegar. Nuestra posición en el
proceso que tenemos por delante va a ser clara: la conversión en fundación
bancaria es irreversible, y habrá que estar vigilantes en todo lo que sea ir más allá
del cumplimiento estricto de la ley en cuanto a la entrada o no de capital
privado. Y llegado el caso, este tendrá que estar justificado en el
incremento de la fortaleza del banco, asegurando el mantenimiento del control
por parte de las fundaciones y reflejándose en la obra social las señas de
identidad de Kutxabank.
Una
entidad más grande y solvente nos interesa a todos y todas. Porque es el mejor
camino para garantizar más dividendos para que las fundaciones puedan seguir
con su obra social; porque aporta más garantías de mantenimiento del empleo y
de las condiciones laborales de la plantilla; porque es como mejor servirá a la
propia sociedad vasca.
15 de abril de 2014.