Archivado en Comunicados
Acusación a los Directivos,Condena a la Plantilla
La pasada semana, CIG anunció que presentará una querella contra los miembros de los consejos de administración,
las comisiones de control y los directivos de las antiguas cajas, de la caja fusionada y del Banco por las emisiones de participaciones preferentes comercializadas entre clientes de la red minorista. Algunos de los querellados ocupaban sus cargos en representación de CIG y ahora militan en otro sindicato; parece que hay que saldar cuentas pendientes.
Nada tenemos que oponer a la iniciativa, sobre todo después del triste espectáculo de las comisiones parlamentarias en las que se pudo escuchar a algunos de los presidentes y máximos ejecutivos de las entidades.
En su comunicado, CIG sale en defensa de la dignidad y profesionalidad de la plantilla que no puede ponerse en duda. Sin embargo, nos parece inaceptable que proclame que hubo empleados y empleadas que no actuaron correctamente, en lo que parece una sentencia previa al proceso. No conocemos la querella, no sabemos si se ha presentado pero el comunicado anticipa la línea de la defensa: los querellantes asumen que una parte de la plantilla es responsable. Aunque dicen que fueron los menos, todo el cuadro de personal es condenado por CIG. Esperamos y deseamos que este movimiento, con claras intenciones propagandísticas ante las elecciones sindicales que CIG ha preavisado, no traiga daños colaterales imprevistos.
En un comunicado de julio de 2013, CIG dice que en su comparecencia en la Comisión de Investigación del Parlamento de Galicia tiraron por tierra las intervenciones de los exDirectivos culpando a los trabajadores y trabajadoras. Unos meses después, CIG hace suya la postura que mantuvo en la comisión del Parlamento de Galicia José Luis Méndez: fueron los empleados los que transgredieron las normas internas.
Sabemos que distintos tribunales han imputado responsabilidades a los trabajadores de las entidades financieras que comercializaron productos híbridos a clientes de banca minorista, pero, hasta el momento, esta imputación nunca procedía de quienes, se supone, representan a la plantilla. En esta situación, es plenamente aplicable la frase que se atribuye a un político gallego:
