Archivado en Comunicados, Empleo, Carrera profesional
Hay que frenar este disparate
La situación en la Red de Oficinas es absolutamente insostenible
Jornadas interminables,
Presiones desmedidas,
Amenazas continuas,
Día a día imposible,
Desprecio a la conciliación de la vida personal y familiar,
Modelo comercial que no se cumple
Periodos de Vacaciones coaccionados
Desde hace unos meses, la Red Comercial
vive sumida en una especie de locura colectiva, a la que nadie parece querer
poner freno ni dar solución. Todas las fusiones son complicadas, pero lo que
tiene que quedar claro es que no se
pueden acometer a costa de la salud de las personas. Y esto es lo que está
pasando en la nuestra, precisamente.
Los cierres de Oficinas están
duplicando y triplicando el trabajo, se incrementa el número de clientes y se
pretende atender con la misma plantilla de una sola Oficina, o poco más. Y esto
se está haciendo a costa de jornadas
interminables, presiones desmedidas y amenazas continuas, a costa de violar
sistemáticamente compromisos, acuerdos y hasta las leyes, a costa de despreciar
a las trabajadoras y los trabajadores del Santander. Esto no es sinergia, esto
no es eficiencia, esto es una barbaridad
y un disparate.
La tecnología es un desastre, el
sistema es lentísimo y farragoso, se incrementa la burocracia y tenemos a los
clientes esperando media hora para la más mínima operación (protestando,
reclamando, amenazando o insultando) y cuando parecía que no podía empeorar,
aparece el SEPA, y la catástrofe se
consolida. Y ahora el DOMO, y mañana
quién sabe qué nueva idea se le ocurrirá a alguna mente brillante y muy bien
remunerada, que desconoce el día a día de las Oficinas.
El trabajo operativo no ha disminuido,
sino que ha crecido. Hay que cumplir las exigencias del regulador, tratar documentación,
hacer un montón de trámites para formalizar los contratos, el expediente
digital
Sin embargo, en Banco Santander se reducen los operativos, ¿quién y
cuándo hace ese trabajo?
La conciliación de la vida personal y familiar no es que se haya olvidado, es que se desprecia expresamente, incluso se dice a las mujeres que ser madre
es un problema, se están alcanzando cotas de miseria moral desconocidas hasta
ahora.
Se diseña un modelo comercial que nadie cumple, porque a la práctica totalidad
de las direcciones Comerciales y de Zona no les interesa; las instrucciones de
sistemática comercial son ignoradas por mandos intermedios que se burlan
directamente de ellas, pero que para quedar bien en tal o cual foto o
estadística, no tienen reparo en exigir objetivos imposibles, impartir
instrucciones ridículas sobre la cumplimentación de las agendas y partes, pedir
y más pedir sin dar ni apoyo siquiera, y someter a la plantilla de la Red a una
presión tan agobiante y tan asfixiante que hace
casi imposible trabajar día a día.
Todo este escenario desolador se va a
ver complicado aún más con la llegada del periodo de vacaciones. Si no se toman
medidas rápida y contundentemente, el
verano se convertirá en una trampa mortal.
Las trabajadoras y los trabajadores de
la red comercial están en modo
supervivencia, mientras cunde el desánimo y la desesperación. No sabemos
adónde vamos, hay instrucciones contradictorias y esta indefinición está
machacando a la plantilla, para la que venir cada día al trabajo se ha vuelto un
auténtico calvario.
Desde CCOO estamos recopilando información y recabando documentación, con vuestra colaboración, para denunciar en todos los estamentos posibles este sinsentido.
Exigimos que se tomen
medidas, y que se tomen ya, para dar un vuelco a esta situación.
Ya no
es tiempo de discursos, sino de hechos; si el Banco no arbitra soluciones, el
conflicto está servido con cuantas
actuaciones consideremos necesarias para revertir esta locura y conseguir
trabajar con dignidad.