Archivado en correos capgemini
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EL FUTURO DEL TELETRABAJO: LUCES Y SOMBRAS 5 AÑOS TRAS LA PANDEMIA
La pandemia demostró que el teletrabajo es una opción viable y mucho más eficiente que el trabajo presencial en la oficina. Además de mejorar la conciliación y reducir tiempos de desplazamiento, supone un ahorro significativo, tanto para la plantilla como para las empresas. Así, cinco años después, se ha consolidado como el modelo más valorado en el sector y es condición indispensable para muchas nuevas contrataciones.
Sin embargo, a pesar de todos sus beneficios, la Empresa está endureciendo el control de presencialidad, obligando a cumplir con el porcentaje estipulado en los acuerdos individuales de teletrabajo. A esto se suma las dificultades derivadas del uso de herramientas globales ineficaces e infraestructuras técnicas deficientes, que dificultan el desempeño diario de la plantilla.
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Por una parte, uno de los principales problemas radica en la imposición de plataformas generalistas, gestionadas desde el extranjero y que requieren constantes adaptaciones para cumplir con las normativas locales. Además, las barreras del idioma y cultura de los técnicos que atienden estos sistemas, no hacen más que generar frustración en la plantilla y ralentizar los procesos.
Un claro ejemplo de esto ha sido la renovación de los acuerdos de teletrabajo, interrumpida en enero por problemas técnicos, días antes de finalizar el plazo para solicitarlos. Durante más de 20 días, el proceso quedó paralizado y el teletrabajo de muchos trabajadores y trabajadoras en el aire; hasta que el pasado lunes la Empresa informó de la resolución del problema, ampliando el plazo de solicitud hasta finales de febrero y garantizando el pago de la compensación económica con carácter retroactivo.
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Por otro lado, los problemas de conectividad en las oficinas continúan agravándose. El año pasado, las deficiencias en la red WiFi ya obligaron a depender de la conexión por cable. Ahora, la situación ha llegado a tal punto que equipos completos de más de 60 personas han pasado semanas sin acceso a las plataformas del cliente, ni siquiera mediante cable. Como consecuencia, muchas personas se han visto obligados a regresar a casa sin poder desempeñar su labor o incluso a utilizar su propia red de datos móviles para no perder la jornada.
En una empresa tecnológica de la envergadura de Capgemini, no deberían producirse problemas de este tipo con tanta frecuencia. Lo preocupante es que las consecuencias siempre recaen sobre la plantilla, que es la que sufre las ineficiencias sin que la Empresa aporte soluciones efectivas.
Desde CCOO Capgemini seguiremos reclamando procesos administrativos más ágiles y eficientes, así como infraestructuras más fiables y estables. Mientras estos problemas persistan, recomendamos verificar con los responsables la disponibilidad de conexión en la oficina, antes de acudir presencialmente, para evitar desplazamientos innecesarios y pérdidas de tiempo.