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PROYECTO TITÁN: Esperamos la respuesta de la Caja
La seguridad no es sólo una cuestión de tecnología, sino también de buenas prácticas
La reunión entre CC.OO., la empresa y el resto de la representación laboral celebrada el pasado día 14 de abril sobre lo que se conoce como Proyecto Titán, reunión que fue convocada después de la intervención de nuestra representación en la Comisión Ejecutiva de la Caja, no ha aportado ningún elemento nuevo en relación con la información de que disponíamos y que motivó dicha intervención.
PROYECTO
TITÁN: ESPERAMOS LA RESPUESTA DE LA CAJA
La reunión entre CC.OO., la empresa
y el resto de la representación laboral celebrada el pasado día 14 de abril
sobre lo que se conoce como Proyecto Titán, reunión que os anunciábamos en nuestra
circular del día 12 y que fue convocada después de la intervención de nuestra
representación en la Comisión Ejecutiva de la Caja, no ha aportado ningún
elemento nuevo en relación con la información de que disponíamos y que
motivó dicha intervención.
Como recordaréis, dicho proyecto
contempla el uso de la tarjeta de empleado, que da acceso a datos financieros
privados, también como llave de acceso a los sistemas de información y lógicos
de la empresa. Para ello, se han sustituido los teclados de los terminales de
la Torre y Las Rozas por otros que, para poder operar, disponen de una ranura
en la que debe permanecer insertada, retirándola cada vez que se abandone el
puesto de trabajo.
No tenemos motivos para dudar de que
el soporte sea más seguro en sí mismo. El problema es que la seguridad no es
sólo una cuestión de tecnología, sino también de buenas prácticas, y
seguimos pensando que la mejor vía para incrementarla no es cargar al empleado
con la responsabilidad de no perder de vista en ningún momento su tarjeta que,
por la simple presencia de la misma en el teclado, está más expuesta al riesgo
de pérdida o sustracción.
Pero es que, además, ha de ocuparse
de una tarjeta que da acceso a datos financieros personales. Independientemente
de que el soporte sea seguro, no es lógico que las obligaciones de uso laboral
de un instrumento determinen una manera de utilizarlo de la que somos
responsables individualmente en tanto que clientes. Y, de otra parte, no está
claro que un planteamiento de esta naturaleza no vulnere, de alguna manera, la
Ley de Protección de Datos.
La Caja nos ha transmitido que el
proyecto se ha desarrollado atendiendo, entre otros aspectos, las mejores
prácticas que se conocen sobre seguridad. Nosotros entendemos que la
representación laboral de los trabajadores es uno más de los agentes sociales
legitimados para opinar sobre qué cosa pueda ser una buena práctica y, por
tanto, que es imprescindible nuestra participación, desde el principio, en
la implantación de proyectos que afectan aspectos determinantes de nuestras
condiciones laborales como pueda ser, en este caso, la seguridad, sobre la
que venimos reclamando, reiteradamente, un debate global.
Por todo ello, insistimos: debe
garantizarse a quien lo desee, como opción individual y que hubiera debido ser
siempre previa a la implantación, la posibilidad de desvincular los datos
relativos a la vida privada de un elemento de trabajo como es una tarjeta de
empleado.
Parece que la Caja, esta vez, sí que entiende lo que planteamos, que no es diferente de lo que hicimos en la primera reunión sobre el tema. Esperamos, pues, su contestación.
Madrid,
15 de abril de 2004