Si bien en general su desarrollo no ha generado demasiados conflictos, en el capítulo de conciliación de la vida familiar y laboral el desarrollo del Acuerdo ha resul-tado nefasto. También seguimos solicitando el cierre de todas las oficinas los sábados y la aplicación de las reducciones de jornada a los colectivos que se encuentran fuera del Acuerdo: Servicios Centrales, Direcciones Territoriales, Oficinas de Polígonos Industriales y Grandes Superficies.

La valoración del Acuerdo de Sábados por los trabajadores afectados ha sido en general positivo, con el único punto negro de las oficinas que abren los sábados, donde hemos denunciado reitera-damente la actitud del banco de negar la realidad, imponiendo agresivas campañas comerciales para captar clientes en un día aceptado comúnmente como de ocio.

Después de unos meses de aplicación y en vista de los resultados obtenidos, que lejos de llenar las oficinas de clientes y de generar negocio solo han supuesto incremento de costes y mal servi-cio por las limitaciones operativas con las que se ha atendido a la clientela, seguimos mantenien-do que el cierre de los sábados en toda la red de oficinas es básico y la única solución aceptable para la plantilla y para Banesto.

Banesto se plantea su singularidad como su razón de existir en el Grupo Santander. Apostó por la apertura de los sábados cuando el sector lo ha rechazado de plano. Utiliza los despidos arbitrarios e injustificados para cuadrar sus cuentas. Niega la negociación colectiva y apuesta por la indivi-dualización de la relación laboral, fomentando la discriminación, el capricho y el despotismo y de eso saben bien los compañeros fichados en el Plan de Expansión.

Apostar por unas relaciones laborales basadas en el miedo y en la imposición nunca ha sido rentable y en estos tiempos de crisis es cuando la identificación positiva de la plantilla con su empresa es vital. Parece conveniente que Banesto deje de ser identificado con lo negativo del sector y abra ámbitos de negociación que tenemos paralizados desde hace años, como puede ser la adecuación de los beneficios financieros, la igualdad y la conciliación de la vida laboral, la inser-ción de las oposiciones en la carrera profesional, etc., propuestas que se encuentran en la vía muerta  desde hace muchos años.

Se debe empezar a abrir camino con el cierre de los sábados en todas las oficinas y la paraliza-ción de la campaña de despidos. Es un buen momento que no se debe desaprovechar.

31 de mayo 2011