Ante ello, la empresa continúa alegando sin ningún tipo de certeza que la totalidad de los contagios se vienen produciendo fuera del espacio laboral. El infra dimensionamiento de la plantilla es palpable, pese a los datos que nos facilita la empresa. Todas y todos somos conscientes y observamos a diario como se llegan a los datos de SOA y ACR, siendo la prueba tangible todo el trabajo que se deriva a colas y que se queda a diario sin hacer o sin atender a poco que se incremente el nivel de llamadas.
Todo esto nos conduce a una situación general de sobreexplotación e hipervigilancia sobre las trabajadoras y trabajadores, agravada por la falta de personal, las bajas laborales que quedan descubiertas, las bajas médicas por COVID y las bajas -las cuales nos constan- debidas al estrés laboral y, en el peor de los casos, a depresión; situación que sostiene la empresa bajo la zafia idea de que trabajamos por debajo de nuestras capacidades y que algunos mandos tienen muy interiorizada.
Este acoso es llevado al extremo con el control de los tiempos para ausentarse al baño, con constantes llamadas internas, emails que denotan cierta falta de respeto al personal, amonestaciones injustificadas y suspensiones de empleo y sueldo desproporcionadas.
Dicha situación provoca efectos muy perniciosos sobre nuestra salud ya que el estrés al que está sometido la totalidad de la plantilla es absolutamente inhumano. Las personas trabajadoras estamos sometidas a un daño psicológico desproporcionado y la respuesta de la empresa ante nuestras reclamaciones es negar la realidad una y otra vez.
NUNCA habíamos visto una falta de humanidad tan grande en la empresa, abogando por un entorno laboral absolutamente artificial donde las personas pasan a ser meros objetos productivos; repleto de impedimentos a la conciliación, al disfrute de vacaciones y a la propia salud física y mental del personal, haciendo de la crispación laboral su método de trabajo. Hasta el punto que, ni por el fallecimiento de un compañero son capaces de enviar un comunicado interno y unas condolencias.
Esta es nuestra realidad laboral: si eres empleado de RACE, siempre estarás solo.
Desde CC.OO. entendemos que ha llegado la hora en que las trabajadoras y los trabajadores actuemos. Si realmente queremos que la situación cambie TODAS y TODOS debemos ser partícipes en dicho proceso. Contamos con vosotros y vosotras.