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El final de las Cajas, de un modelo y de un compromiso social.


La transformación de las Cajas de Ahorros en Fundaciones bancarias, que el Gobierno ha acometido a golpe de decreto, es mucho más que el final de unas entidades: es el final de un modelo y de un compromiso social.


Este artículo se publicó originalmente en ibercajabanco (CCOO en iberCaja Banco) ,

Con el Decreto 11/2010, el Gobierno emprendió el primer asalto a la naturaleza jurídica de las Cajas, singularidad en el Sistema Financiero que no fue ningún obstáculo para que algunas de éstas se convirtieran en las principales entidades del país ni para que, juntas, ostentaran más de la mitad de su cuota de mercado.

Y ahora, con la Ley 26/2013 de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias, elaborada al dictado de las autoridades europeas y del FMI, desaparecen como entidades financieras para pasar a ser fundaciones.

Una ley que ha cumplido los trámites parlamentarios casi en silencio, que no ha ocupado portadas en ningún medio de comunicación y que ha transcurrido sin apenas debate social; una ley que cumple con la aspiración de quienes siempre han visto en las cajas a unos molestos competidores y que no hace distinciones en cuanto a la viabilidad de las mismas. Una ley, en definitiva, que, aprovechando la precaria situación de algunas cajas, provocada por la negligencia, cuando no corrupción, de sus máximos directivos, facilitada por la inactividad del regulador y favorecida por la hiperactividad, en muchos casos, del poder político, hace tabla rasa y acaba con todo un sector.

No es justo. Ni la sociedad ni los trabajadores del sector merecemos pagar así por lo que es responsabilidad de otros y así venimos diciéndolo desde el principio.

Ante ello, Comisiones Obreras queremos dejar claro:

1. Que este hecho supone la liquidación de unas entidades que a lo largo de muchos años han promovido el ahorro popular, universalizado el acceso a los recursos financieros, fomentado la dinámica empresarial de sus respectivos territorios y desarrollado una ingente obra social que ha contribuido al bienestar ciudadano.

2. Que Ia transformación de las Cajas en Bancos ha supuesto, con alguna excepción, la desaparición de la Obra Social. Tan sólo aquellas entidades, pocas, que han conservado un porcentaje significativo de la propiedad del banco pueden, con los dividendos, seguir aportando fondos a este fin.

3. Que las Fundaciones Bancarias substituyen unos Órganos de Gobierno de las Cajas, donde participaban democráticamente la sociedad, los impositores y los representantes de sus trabajadores, por un Patronato de, como máximo, quince miembros y donde no se espera ni a impositores ni a los representantes de los empleados.

4. Que todo este proceso se ha hecho prácticamente a espaldas de la sociedad, con un trámite parlamentario interesadamente silencioso y en el que, como hemos comprobado, no se han escuchado las voces de los que, como Comisiones Obreras, advertíamos de la pérdida de derechos y reclamábamos mantener la presencia y el voto de los representantes de la plantilla en los patronatos. Algo que conseguimos por ley y que ha tenido sus réditos en la defensa de las condiciones laborales de los trabajadores de todo el sector.

5. Que Comisiones Obreras no da nada por perdido. En esta nueva etapa mantendremos nuestra vigilancia y nuestras reivindicaciones. Observaremos atentamente el proceso de transformación que prescribe la ley: la disolución de las Cajas y los nombramientos de los patronos de sus respectivas fundaciones; seguiremos reclamando aquello que es justo: que los representantes de los trabajadores, a través de elecciones democráticas, como se ha hecho hasta ahora, estén presentes en el patronato; vigilaremos que se mantengan las dotaciones a la Obra Social tanto como sea posible y continuaremos con nuestro trabajo en la negociación colectiva para que las condiciones laborales de los trabajadores del sector sigan siendo una referencia. Sólo así podremos conseguir que la política de remuneración al accionista no sea el arma que acabe con lo uno y con lo otro.

(Resolución aprobada por el Plenario Estatal constitutivo de la Agrupación del Sector Financiero de Comfia-CCOO)

Cambia :

 el entorno, las leyes y las reglas del juego.

Permanece:

 nuestra función, nuestro compromiso y nuestro trabajo.

)