Madrid, 28
de febrero de 2001 -Hemos leído estos días en algunos medios de
comunicación, con incredulidad y pasmo, las declaraciones de
algunos altos directivos de BBVA, cuando contaban el éxito y
las excelencias del Plan Conect@. Este consiste en una oferta
que se hizo a mediados del pasado año a los trabajadores de
esa entidad, por el que obtendrían un equipo de sobremesa o
portátil con un bononet de 50 horas.
El banco
se comprometía a subvencionar el 75% de su coste y los empleados
sólo pagaríamos el 25% restante.
El tiempo
y la utilización del equipo nos han venido a demostrar que
no es oro todo lo que reluce, ni que todo lo que dice la empresa
se corresponde con la realidad.
Las características
del equipo las conocíamos del folleto que en su día repartió
la empresa y donde descubrimos que se decían verdades a medias.
Un equipo
que a los trabajadores les cuesta 108.000 pesetas se encuentra
en cualquier tienda de informática por menos de 150.000, aunque
lo adornen con el bononet, del que consumimos una buena parte
en infructuosos intentos de conexión. Y de la asistencia técnica
más vale que nadie la necesite si padece de los nervios.
Los problemas
acarreados por la compra del equipo ha sumido a una parte
de los trabajadores compradores en una sensación de frustración
y engaño que ha llevado a que algunos devuelvan el ordenador.
Tras
una circular emitida por CCOO denunciando las deficiencias
y problemas, muchos de los afectados nos formularon sus quejas
y su descontento por el dichoso Plan Conect@.
Nos dirigimos
a la dirección del banco exigiendo soluciones y se nos contestó
con muchas ambigüedades y ninguna solución.
Por todo
ello hemos iniciado una campaña de recogida de firmas entre
la plantilla para que se paralice el cobro de cuotas en tanto
no se solucionen los problemas, al mismo tiempo que presentamos
una serie de denuncias al banco por incumplimiento de contrato.
Parece
que el único interés de la empresa es aparecer en los medios
de comunicación como abanderada de las nuevas tecnologías,
aunque tengamos que conseguir utilizarlas en el seno de la
misma por resolución de los tribunales. Hace unos días la
Audiencia Nacional dictó sentencia al respecto.
La realidad
es más obstinada que las declaraciones de intenciones y nos
encontramos con que a pesar de las campañas publicitarias
del banco tiene a una plantilla indispuesta y con sensación
de sentirse estafada, al sindicato más representativo en la
empresa teniendo que buscar justicia en los tribunales y a
una opinión pública en contra por el papel jugado en el contencioso
por el uso del correo electrónico.
Triste
papel el que están representando estos empresarios que tienen
un rostro para la galería y otro muy distinto para los que
trabajan a sus órdenes.
Bueno
sería que en lugar de buscar ese protagonismo en la calle
comenzaran a intentar ganárselo entre los trabajadores y sus
representantes, aportando soluciones a los problemas que estos
le plantean y resolviéndolos por la vía del diálogo en lugar
de esperar a que los tribunales les condenen a cumplir con
sus obligaciones.
Estos
se lo agradeceríamos y seguramente la ciudadanía que en un
momento u otro ha de pagar por los servicios bancarios de
esa entidad también.
Paco
González
Secretaría
de Comunicaciones de CCOO en BBVA |