Los Supermercados siguen incrementando sus ventas en Navidad, sin reforzar unas plantillas que siguen sufriendo la precariedad del sector


En el actual contexto inflacionista, iniciado en 2021, los precios de los alimentos se han disparado, mientras que en Navidad, las familias incrementan de media entre un 25% y un 30% su gasto en alimentación respecto al resto del año. Sin embargo, durante el último trimestre de 2023 se destruyeron en el comercio de alimentación 18mil puestos de trabajo, lo que se traduce en mayores beneficios para las empresas, a costa de las condiciones laborales de las trabajadoras y trabajadores del sector.


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12 de diciembre de 2024. La celebración de la Navidad predispone a las empresas de la distribución alimentaria a disparar sus ventas, pero también enfrenta a las plantillas a un período de máxima actividad, en el que los ritmos de trabajo se aceleran, la presión y la carga de trabajo diaria se disparan, los turnos se alargan y trabajar de lunes a domingo sin descanso se vuelve la norma. La preparación de esta campaña de ventas debería predisponer a las empresas, también, a reforzar sus plantillas para no empeorar las condiciones laborales de las personas que trabajan en los supermercados, que sin embargo, año tras año, constatan el desequilibrio entre el aumento de las ventas y la poca contratación de refuerzo que realizan las empresas para atender este periodo álgido de actividad. 

Estas dinámicas empresariales tienen graves consecuencias en unas condiciones laborales, ya de por sí precarias, de un sector en el que las trabajadoras y trabajadores tienen un salario un 26% inferior al salario medio en España, cobrando casi 7mil euros menos al año.  Asimismo, y como efecto directo de la falta de refuerzo de las plantillas y la inexistente creación de empleo en la época navideña, las empresas perpetúan sus malas prácticas, entre las que destacan: la distribución irregular de la jornada, la realización de horas complementarias y/o extraordinarias o la limitación de los períodos de descanso y vacacionales, provocando una importante sobrecarga de trabajo, y grandes dificultades para conciliar la vida laboral con la personal, así como disfrutar del descanso y el tiempo libre fuera del trabajo. 

Un sector al que hay que sumarle una notable parcialidad intrínseca, con escasa prevalencia del empleo indefinido fijo-discontinuo, que continúa siendo residual y apenas alcanza una tasa del 2%. Un 40% del personal de supermercados trabaja a tiempo parcial de forma no deseada, una realidad aún más flagrante entre las mujeres, para quienes la alta parcialidad supone endurecer aún más las condiciones de remuneración, ya que al no realizar jornadas completas tampoco acceden a salarios completos. 

Por eso, desde CCOO Servicios reivindicamos unas condiciones mínimas de retribución que palien la desigualdad salarial del sector, así como una política de contratación basada en la estabilidad que reduzca sustancialmente los niveles de parcialidad. Además de exigir el aumento de fines de semana libres anuales, limitando el máximo de horas presenciales en el trabajo y el número de días seguidos sin descanso, reduciendo las jornadas partidas, estableciendo los turnos de mañana y tarde en un calendario anual, y fomentando mecanismos de refuerzo para limitar la sobrecarga de trabajo.