El Consejo y el Director General lanzan una campaña de confusión para hacerse con el Voto Delegado.

La venta de las empresas de Race será un buen negocio para unos pocos y desempleo para muchos.


El Presidente del RACE, Ramón García-Moliner, nos dijo en su día, que quería "devolver a la Sociedad todo lo que ésta le había dado a lo largo de su amplia carrera profesional". La venta al RACC supone más bien todo lo contrario.


EL PROYECTO DE ESCISIÓN-SEGREGACIÓN  Y VENTA AL RACC DE LAS SOCIEDADES MERCANTILES, SUPONE UN ACTO DE DESLEALTAD HACIA LOS TRABAJADORES, LOS SOCIOS PROPIETARIOS Y LA SOCIEDAD EN GENERAL.

CC.OO. creemos que el proyecto de escisión-segregación de RACE y venta de las sociedades mercantiles al Real Automóvil Club de Cataluña (RACC), supone un acto de deslealtad del actual Consejo hacia los empleados que han contribuido fielmente al crecimiento del club, a los Socios Propietarios y hacia la sociedad en general, que podría ver como la incalculable aportación que RACE ha hecho al desarrollo social del automovilismo español durante más de 100 años, se perdería en pos de unos intereses puramente personales y elitistas.

Creemos que si la Asamblea del día 28 de junio vota engañada a favor del proyecto, los Socios Propietarios podrían ver como pierden una importante fuente de financiación, que a medio plazo repercutirá negativamente en la calidad del Club y en sus bolsillos. El dicho "pan para hoy y hambre para mañana" se podría aplicar perfectamente en esta supuesta situación.

El Presidente del RACE, Ramón García-Moliner, en su primera reunión con los Representantes de los Trabajadores nada más ser elegido, nos dijo que para él, este nuevo compromiso, era un motivo de satisfacción y la oportunidad de "devolver a la Sociedad todo lo que ésta le había dado a lo largo de su amplia carrera profesional".

Esta previsible operación de venta de las sociedades mercantiles al RACC, aparte de privar a los Socios Propietarios de su patrimonio, lo que aportaría a la Sociedad es, más paro y más déficit, justo en un momento de crisis donde los empresarios deberían tener la responsabilidad de mantener todo el empleo posible. 

Comisiones Obreras no criticaríamos una operación de venta, cuyo fin fuera mejorar la posición de las empresas en el mercado, y por ende de los trabajadores y trabajadoras. Este proyecto significa directamente borrarlas del mapa. Mientras tanto, ni el Consejo o el Director General, han sido capaces de darnos unas razones creíbles que avalen los beneficios que aportaría a la Plantilla y a los Socios Propietarios, la venta de las sociedades mercantiles de RACE al RACC.

Saludos.