El informe, con el titulo de 'Responsabilidad Subcontratada' se refiere a la externalización de la responsabilidad, elaborado por la central sindical estadounidense AFL-CIO, revela la forma en que conocidas empresas de auditoría social han certificado fábricas en Pakistán y Bangladesh, donde cientos de trabajadores y trabajadoras perdieron la vida en incendios causados por normas de seguridad permisivas.
El encubrimiento de parte de las auditorías del lugar de trabajo financiadas por las empresas está por desaparecer rápidamente, y este histórico informe dice basta a un sistema fallido que no ha hecho nada para ayudar a los trabajadores y a las trabajadoras de algunas de las partes más explotadoras de las cadenas productivas multinacionales, señaló la Secretaria General de la CSI Sharan Burrow.
El informe señala que algunas iniciativas de múltiples partes interesadas internacionales donde los trabajadores tienen voz y voto en el proceso, tales como el Consorcio de los Derechos de los Trabajadores, han tenido un impacto positivo en ayudar a los trabajadores a negociar mejores salarios y condiciones. Por el contrario, las iniciativas financiadas por las empresas a menudo han seguido el modelo de externalización de las mismas empresas que se supone vigilan.
El mejor sistema para identificar y corregir los problemas en el lugar de trabajo, ya sea acerca de la seguridad de los trabajadores o del derecho de sindicalización, es a través de los propios trabajadores y sindicatos, no un programa publicitario de responsabilidad social corporativa. Los trabajadores y las trabajadoras saben lo que ocurre todos los días, todo el día, en sus lugares de trabajo. Los programas dirigidos por la empresa que envían expertos y les pagan para evaluar las condiciones de trabajo están viciados de raíz, ya que desconocen la realidad del día a día. Algunos auditores tienen incentivos para no informar exhaustivamente o con precisión lo que ven. En el mejor de los casos, los programas de vigilancia de la responsabilidad social corporativa son limitados. En el peor, esconden problemas y afirman que las condiciones de trabajo son decentes cuando no lo son, afirmó Richard Trumka, Presidente de AFL-CIO.
El informe, que incluye estudios de caso en China, Guatemala, India, Indonesia, Honduras, Pakistán y Filipinas, concluye con ejemplos de programas de observancia que cuentan con la participación de verdaderos trabajadores y trabajadoras, así como acuerdos entre empresas multinacionales y federaciones sindicales mundiales en diferentes sectores.
La responsabilidad última corresponde a los gobiernos. Cuando los gobiernos legislan para garantizar la aplicación de normas de la Organización Internacional del Trabajo, los empleadores, incluyendo muchas de las marcas mundiales más conocidas, ya no puede anteponer el interés comercial a la vida y medios de subsistencia de los trabajadores y las trabajadoras, señaló Sharan Burrow.
Acceda al documento en español (versión resumida, 33 páginas)
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