La multinacional del contact center, GSS Line, cuenta con una plantilla de unos 230 trabajadores en la provincia de Zaragoza, distribuida en dos centros de trabajo: Ateca y Calatayud. Gran parte de esta plantilla, aproximadamente la mitad, se desplaza a diario desde Zaragoza utilizando el servicio de autobuses que la empresa pone a disposición.
En los primeros días de julio la empresa informó a la plantilla de que a partir del 1 de agosto se produciría un incremento en el precio del transporte, pasando de cinco euros diarios a nueve, lo que supondría un incremento del 80%.
Este incremento supondría un coste cercano a los 200 euros mensuales a cada trabajador que se desplace desde Zaragoza. La cantidad resulta más importante considerando que los salarios medios del sector difícilmente alcanzan a los 800 euros mensuales.
La Federación de Servicios de CCOO, único sindicato en ambos centros de trabajo, ha mantenido una serie de reuniones con la dirección de la empresa buscando un compromiso que permita mantener el importe del transporte para aquellos trabajadores que se desplacen desde la capital aragonesa a partir de agosto.