Y para ello, ha votado en contra de la ratificación de los consejeros independientes y a favor de los dominicales propuestos por la Fundación Unicaja porque no se trata de echar un pulso entre los territorios de origen, sino de elegir entre dos modelos de gobierno y dirección muy distintos: entre la profesionalidad o la deriva corporativa; entre la certidumbre y los acuerdos laborales o la incertidumbre y el autoritarismo que provoca un clima laboral tóxico que aboca a un conflicto laboral permanente.
Y mientras nuestra Secretaria General intervenía, delegados y delegadas de CCOO se han concentrado en Málaga frente a la Junta General de Accionistas para exigir:
- Que se compense económicamente el esfuerzo de la plantilla en salario y en una rebaja de tipos de préstamos. No es admisible que la remuneración máxima del Consejo de Admón. suponga 21 veces la remuneración media de los trabajadores/as de Unicaja Banco, principales artífices de los magníficos beneficios obtenidos.
- Que se dote suficientemente de personal las oficinas.
- Que los magníficos beneficios obtenidos en el 2022 no redunden solo en buenos dividendos para los accionistas sino en una remuneración adicional para la plantilla.
- Que concluya la crisis de gobernanza actual que tanto daño nos está haciendo.
- Que Unicaja cumpla su compromiso de negociar la homologación salarial (no puede hacer plantilla de primera y de segunda categoría en una misma entidad).
- Que se supere la dinámica de imposiciones laborales unilaterales, propias de Liberbank, que estamos viviendo y se vuelva a la senda de la negociación y los acuerdos con la RLT.
- Que se lleve a cabo una negociación real del nuevo Modelo de Distribución Objetivo.
- Que se alcance un pacto de renovación intergeneracional que permita contrataciones estables de gente joven y articule mecanismos de salida para la plantilla de las zonas más envejecidas.