- Dotar de suficiente personal en las oficinas y eliminar o reducir al máximo los trámites administrativos para que reducir las esperas y con ello, el enfado de las personas presentes en los patios de operaciones.
- Dejar en mano de la persona agredida la posibilidad de interponer acciones legales y, en caso de que decida hacerlo, contar con el apoyo jurídico de la entidad.
- Incluir un párrafo en el protocolo en el que se indique, expresamente, que quien lo solicite tendrá el volante para asistencia en la mutua sin que haya posibilidad de negativa por parte de la empresa, así como la cobertura, con cargo a la entidad, del posible tratamiento psicológico que pueda requerirse.
- Si la situación ha generado inseguridad para la persona sobre la que se ha ejercido la violencia, posibilidad de pedir traslado voluntario para alejarla de la oficina en la que ha sufrido la agresión.
Para CCOO es muy importante realizar un seguimiento continuo de las situaciones de violencia que se sufren en nuestras oficinas, por lo que se ha pedido que nos informen sobre todas aquellas situaciones violentas que padezcan las compañeras y compañeros, independientemente de la gravedad de las mismas, ya que tenemos el convencimiento de que cualquier conato de violencia puede desembocar finalmente en una agresión.
Nuestra salud está en juego.
Nadie debe jugar con ella.