La pasada semana el Presidente de la Patronal abrió la puerta a subir las retribuciones de los trabajadores después de haberse apretado el cinturón en aquellos sectores que hubieran dejado atrás los números rojos y los aprietos (http://bit.ly/1huo1LP)
La plantilla de Unicaja sabe mucho de apreturas de cinturón y desde hace mucho tiempo (abandonamos el furgón de cola de las retribuciones del sector financiero, tras una larga lucha impulsada por CCOO en el 2007 que desembocó en la firma del Acuerdo Retributivo del 2008 mejorado en la firma del ALF de Unicaja y Caja de Jaén en 2010).
Sabemos de trienios congelados en pagas extra, de aportaciones a planes de pensiones y beneficios sociales inferiores a los de la media del sector, de congelaciones salariales en los años difíciles para contribuir a frenar el incremento de la factura de personal...
Sabemos contribuir en las duras... y ello ha permitido a la entidad rebajar el 3,46% la partida de sueldos y salarios y el 13,25% la de gastos de personal (http://bit.ly/1reQvYu)
Por ello, ahora que salimos de las apreturas, Unicaja debería plantearse recompensar a una plantilla que siempre está a las duras y casi nunca a las maduras e impulsar un buen plan de prejubilaciones.