CCOO desea que Banco Popular siga siendo una entidad independiente en el sistema financiero, por lo que advierte que ?aunque se hagan esfuerzos organizativos y de reducción de plantilla- de ningún modo puede alcanzar el número propuesto, que cercena las posibilidades reales de desarrollo del negocio.
CCOO teme que solo se trate de una reducción salvaje de gastos, sin garantía de proyecto de futuro.
Pero igual de grave es que este esfuerzo que se pide a la plantilla no se considere que debe ser compartido por las demás partes interesadas, singularmente accionistas y directivos. CCOO denuncia y reclama que de ninguna manera puede haber remuneraciones extra a los directivos o reparto de dividendos mientras haya reestructuración de plantilla. No puede ser que unos hagan sacrificios para que otros puedan cobrar.
Banco Popular debe tener como objetivos reforzar su balance, seguir capitalizando, ahorrando y haciendo provisiones, a la vez que desarrollando un proyecto de banco que modernice sus estructuras, motive a su plantilla y gane prestigio entre sus clientes.
No es anunciando reparto de dividendos el mismo día que se empieza un ERE como se consiguen estos objetivos.