( Resumen de la resolución del Consejo Confederal de CC.OO. )
1. Durante los últimos meses el Gobierno de Estados Unidos ha manifestado su voluntad unilateral de invadir Irak para derribar el régimen de Sadam Hussein. Desde distintos sectores de su Administración se han hecho públicos análisis y planes que incluían como alternativa política la imposición de una autoridad militar norteamericana y la revisión de las concesiones para extracciones petrolíferas realizadas a terceros países. No se han ocultado los propósitos de redefinición del mapa geopolítico de Oriente Medio, en consonancia con la nueva Estrategia de Seguridad Nacional del Gobierno de los EE.UU., con el objetivo primordial de controlar el petróleo del país que ocupa el segundo lugar en el mundo en cuanto a reservas conocidas.
Al mismo tiempo, el Gobierno de los EE.UU. y, en menor medida, los de la Unión Europea y otras naciones desarrolladas vienen permitiendo que el Gobierno de Ariel Sharon continúe su brutal política represiva en los territorios ocupados de Palestina.
2. En los últimos días han coincidido dos acontecimientos:
- Los directores de la Comisión de las Naciones Unidas de Vigilancia, Verificación e Inspección y del Organismo Internacional de la Energía Atómica han declarado ante el Consejo de Seguridad de la ONU que "no han hallado ningún cañón humeante" en Irak, al mismo tiempo que piden más información al gobierno iraquí. Los miembros del Consejo han reiterado su pleno apoyo al trabajo y a las acciones del equipo de inspectores.
- Ha continuado el despliegue militar estadounidense y británico en el golfo Pérsico.
3. El régimen de Sadam Hussein se caracteriza por su represión contra toda fuerza de oposición y, en particular, contra los kurdos y los chiítas, como lo reflejan todos los informes de Amnistía Internacional. Nuestra oposición a la guerra está unida a la denuncia del régimen dictatorial de Irak, pues Sadam es la principal amenaza contra su propia población. Por ello sería necesario complementar las inspecciones de armas con la vigilancia del cumplimiento de los derechos humanos y el apoyo a una salida democrática a la dictadura iraquí, que no incluyera medidas que han llevado al hambre y a la falta de medicamentos al pueblo de Irak. En todo caso, conviene recordar el apoyo de EE.UU. y otras naciones europeas al régimen de Sadam Hussein durante los años ochenta frente a Irán, y el doble rasero que lleva a tratar como gobiernos amigos a otras dictaduras.
4. Teniendo en cuenta estas consideraciones, esta guerra con la que se nos amenaza es injusta e innecesaria. Existen otros medios para controlar el desarme del gobierno iraquí. El expansionismo de su régimen está muy debilitado y tampoco hay indicios convincentes de que posean armas biológicas, químicas o nucleares con capacidad de destrucción masiva. Un ataque a Irak no sería un acto legítimo de autodefensa, sino el primer ejemplo de la doctrina de la "guerra preventiva" defendida por Bush, que supone un vuelco antidemocrático de las relaciones internacionales.
5. La guerra no producirá un mundo más seguro ni ayudará a combatir el terrorismo internacional. Incluso podría hacer progresar las tendencias fundamentalistas. Por el contrario, para combatir este fenómeno debería comenzarse, entre otras cosas, por encontrar una solución al conflicto palestino-israelí deteniendo el belicismo de Sharon, garantizando los derechos del pueblo palestino e impulsando la creación de un Estado palestino sobre el conjunto de los territorios ocupados.
6. Sólo desde la coherencia en la conducta de las naciones democráticas y de las instituciones internacionales, y siempre dentro del respeto a la legalidad internacional y a los derechos humanos, se debe afrontar la resolución de los conflictos internacionales.
La pretensión del gobierno estadounidense de estar por encima de las normas y acuerdos internacionales deteriora la legitimidad de las instituciones, coloca bajo sospecha sus pronunciamientos y constituye un obstáculo insalvable para avanzar hacia el gobierno democrático del mundo.
7. Emplazamos al Gobierno español, nuevo miembro del Consejo de Seguridad, a defender, junto con el resto de los países de la Unión Europea, la resolución pacífica del conflicto, dando tiempo para que las inspecciones funcionen y manteniendo la vigilancia y la presión sobre el régimen iraquí para posibilitar la libertad y la democracia en Irak. No queremos tener que elegir entre Bush y Hussein. Como otros muchos ciudadanos españoles, europeos y estadounidenses, creemos que el mundo se merece mejores opciones. Y elegiremos siempre la paz, la democracia y el multilateralismo frente a los chantajes del nuevo imperialismo. En ningún caso España debe participar en la guerra.
8. La Confederación Sindical de Comisiones Obreras, reafirmando su compromiso con la paz y por la consecución de un Orden Económico y Político internacional más justo y democrático, impulsará, de acuerdo con otras organizaciones democráticas de la sociedad española, movilizaciones tendentes a evitar la guerra y las negativas consecuencias que tendría para todos y, en especial, para los trabajadores.
Al mismo tiempo renovará su petición a la CES (Confederación Europea de Sindicatos) y a la CIOSL (Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres) para que impulsen esta orientación, pues el movimiento sindical internacional debe comprometerse en el fortalecimiento y democratización de las organizaciones internacionales y, en primer lugar, del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Madrid,10 de febrero de 2003
Este sábado, día 15, acude a la manifestación en tu ciudad*, bajo el lema
“ Paremos la Guerra contra Irak ”
* En Madrid se inicia a las 18 horas, desde Atocha – Cibeles – Puerta del Sol .
1. Durante los últimos meses el Gobierno de Estados Unidos ha manifestado su voluntad unilateral de invadir Irak para derribar el régimen de Sadam Hussein. Desde distintos sectores de su Administración se han hecho públicos análisis y planes que incluían como alternativa política la imposición de una autoridad militar norteamericana y la revisión de las concesiones para extracciones petrolíferas realizadas a terceros países. No se han ocultado los propósitos de redefinición del mapa geopolítico de Oriente Medio, en consonancia con la nueva Estrategia de Seguridad Nacional del Gobierno de los EE.UU., con el objetivo primordial de controlar el petróleo del país que ocupa el segundo lugar en el mundo en cuanto a reservas conocidas.
Al mismo tiempo, el Gobierno de los EE.UU. y, en menor medida, los de la Unión Europea y otras naciones desarrolladas vienen permitiendo que el Gobierno de Ariel Sharon continúe su brutal política represiva en los territorios ocupados de Palestina.
2. En los últimos días han coincidido dos acontecimientos:
- Los directores de la Comisión de las Naciones Unidas de Vigilancia, Verificación e Inspección y del Organismo Internacional de la Energía Atómica han declarado ante el Consejo de Seguridad de la ONU que "no han hallado ningún cañón humeante" en Irak, al mismo tiempo que piden más información al gobierno iraquí. Los miembros del Consejo han reiterado su pleno apoyo al trabajo y a las acciones del equipo de inspectores.
- Ha continuado el despliegue militar estadounidense y británico en el golfo Pérsico.
3. El régimen de Sadam Hussein se caracteriza por su represión contra toda fuerza de oposición y, en particular, contra los kurdos y los chiítas, como lo reflejan todos los informes de Amnistía Internacional. Nuestra oposición a la guerra está unida a la denuncia del régimen dictatorial de Irak, pues Sadam es la principal amenaza contra su propia población. Por ello sería necesario complementar las inspecciones de armas con la vigilancia del cumplimiento de los derechos humanos y el apoyo a una salida democrática a la dictadura iraquí, que no incluyera medidas que han llevado al hambre y a la falta de medicamentos al pueblo de Irak. En todo caso, conviene recordar el apoyo de EE.UU. y otras naciones europeas al régimen de Sadam Hussein durante los años ochenta frente a Irán, y el doble rasero que lleva a tratar como gobiernos amigos a otras dictaduras.
4. Teniendo en cuenta estas consideraciones, esta guerra con la que se nos amenaza es injusta e innecesaria. Existen otros medios para controlar el desarme del gobierno iraquí. El expansionismo de su régimen está muy debilitado y tampoco hay indicios convincentes de que posean armas biológicas, químicas o nucleares con capacidad de destrucción masiva. Un ataque a Irak no sería un acto legítimo de autodefensa, sino el primer ejemplo de la doctrina de la "guerra preventiva" defendida por Bush, que supone un vuelco antidemocrático de las relaciones internacionales.
5. La guerra no producirá un mundo más seguro ni ayudará a combatir el terrorismo internacional. Incluso podría hacer progresar las tendencias fundamentalistas. Por el contrario, para combatir este fenómeno debería comenzarse, entre otras cosas, por encontrar una solución al conflicto palestino-israelí deteniendo el belicismo de Sharon, garantizando los derechos del pueblo palestino e impulsando la creación de un Estado palestino sobre el conjunto de los territorios ocupados.
6. Sólo desde la coherencia en la conducta de las naciones democráticas y de las instituciones internacionales, y siempre dentro del respeto a la legalidad internacional y a los derechos humanos, se debe afrontar la resolución de los conflictos internacionales.
La pretensión del gobierno estadounidense de estar por encima de las normas y acuerdos internacionales deteriora la legitimidad de las instituciones, coloca bajo sospecha sus pronunciamientos y constituye un obstáculo insalvable para avanzar hacia el gobierno democrático del mundo.
7. Emplazamos al Gobierno español, nuevo miembro del Consejo de Seguridad, a defender, junto con el resto de los países de la Unión Europea, la resolución pacífica del conflicto, dando tiempo para que las inspecciones funcionen y manteniendo la vigilancia y la presión sobre el régimen iraquí para posibilitar la libertad y la democracia en Irak. No queremos tener que elegir entre Bush y Hussein. Como otros muchos ciudadanos españoles, europeos y estadounidenses, creemos que el mundo se merece mejores opciones. Y elegiremos siempre la paz, la democracia y el multilateralismo frente a los chantajes del nuevo imperialismo. En ningún caso España debe participar en la guerra.
8. La Confederación Sindical de Comisiones Obreras, reafirmando su compromiso con la paz y por la consecución de un Orden Económico y Político internacional más justo y democrático, impulsará, de acuerdo con otras organizaciones democráticas de la sociedad española, movilizaciones tendentes a evitar la guerra y las negativas consecuencias que tendría para todos y, en especial, para los trabajadores.
Al mismo tiempo renovará su petición a la CES (Confederación Europea de Sindicatos) y a la CIOSL (Confederación Internacional de Organizaciones Sindicales Libres) para que impulsen esta orientación, pues el movimiento sindical internacional debe comprometerse en el fortalecimiento y democratización de las organizaciones internacionales y, en primer lugar, del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.
Madrid,10 de febrero de 2003
Este sábado, día 15, acude a la manifestación en tu ciudad*, bajo el lema
“ Paremos la Guerra contra Irak ”
* En Madrid se inicia a las 18 horas, desde Atocha – Cibeles – Puerta del Sol .