Raquel Pascual / MADRID (11-11-2005)
El
Gobierno quiere hacer una reforma de las pensiones basada en una idea:
prolongar la vida laboral. Para ello, propondrá que todo aquel que llegue a los 65 años
habiendo generado la pensión máxima, pueda cobrar más por cada año que siga
trabajando hasta los 70 años. Además, el Ejecutivo pretende ser 'más generoso'
con los incentivos empresariales para mantener a los trabajadores mayores en
sus puestos. Si bien pretende disminuir la penalización de los jubilados
anticipadamente de forma forzosa.
Cuatro de cada diez españoles se jubila antes de cumplir los 65
años. Esto supone una caída continuada de ingresos para el sistema que, de
momento, es compensada con la constante llegada de nuevos trabajadores. Pero,
según los cálculos del Ministerio de Trabajo, a partir de 2015
Ante esta situación, el Gobierno ha diseñado una reforma de las
pensiones orientada, sobre todo, a tratar de lograr que los españoles
prolonguen su vida laboral. Los responsables de
Entre las medidas incentivadoras para seguir en activo, sugieren
la posibilidad de que cualquier trabajador que llegue a la edad de jubilación
(65 años) habiendo ya generado la pensión máxima pueda continuar cotizando y
aumentando la cuantía de la pensión en un porcentaje -aún por delimitar- cada
año hasta que cumpla 70. El trabajador deberá acreditar al menos 35 años de
cotización. En la actualidad, sólo quien llegue a los 65 años habiendo generado
una pensión inferior a la máxima puede seguir generando pensión hasta los 70
años o hasta que llegara a la pensión máxima antes de esta edad.
Junto a esto, Trabajo propone que los empresarios reciban
bonificaciones en las cotizaciones de todos trabajadores mayores de 59 años.
Ahora sólo reciben esta bonificación por los mayores de 60 años siempre y
cuando tuvieran una antigüedad de cinco años en la empresa.
El secretario de Estado de
El otro eje de la reforma consistirá en unificar paulatinamente
los tipos y requisitos de jubilación anticipada. Así, la edad de acceso a este
retiro serán los 61 años, con lo que se eliminaría la posibilidad actual de
jubilarse a los 60 años a aquellos que hubieran cotizado antes de enero de
1967.
Además se exigirán, al menos 30 años cotizados para cualquier
tipo de jubilación anticipada. Con esta existencia, el Gobierno pretende
endurecer el acceso a la jubilación parcial, disponible en la actualidad con
sólo 15 años de cotización. Las empresas usan masivamente esta modalidad para
jubilar ya que los trabajadores mantienen una jornada laboral de sólo el 15%
(dos meses al año) y cuando llegan a los 65 años se jubilan sin los
coeficientes reductores que sí penalizan las jubilación anticipada
convencional. Otra medida para dificultar este tipo retiro será aumentar esta
jornada mínima que ahora se exige.
Resulta sin embargo paradójico que pese a querer desincentivar
la jubilación anticipada, Trabajo también proponga ser más flexible con quienes
acceden a este retiro de forma forzosa. Y quiera disminuir los coeficientes
penalizadores que reducen entre un 6% y un 8% anual la cuantía de los que se
retiran antes de los 65 años. Con ello, estos coeficientes serán del 6,5% anual
más un 1% fijo. Así alguien que se jubiles con 61 años verá recortada su
pensión un 26% frente al 32% actual.
Otras medidas de la reforma
1 Junto a la unificación de todas las modalidades de jubilación
anticipada, el Ministerio de Trabajo quiere 'ser más flexible con los
trabajadores que provienen de un despido que con quienes que pacten
voluntariamente su retiro'. Si bien no especifica cómo lo hará. Lo que sí
precisa es que 'se adoptarán medidas de mejora de las pensiones causadas antes
del 1 de enero de 2002, por trabajadores despedidos con 60 o más años, que
hubiesen acreditado 35 o más años de cotización'.2 El Gobierno pretende llevar
finalmente a cabo una reforma de la pensión de viudedad, que se hará en dos
fases. En un primer momento redefinirán los beneficiarios de esta prestación
'para adecuarlos a nuevas realidades de familias'. Esto supondrá reconocer como
beneficiarios a las parejas de hecho. En una segunda fase se fijará una fecha y
todos los nacidos con posterioridad tendrán una nueva regulación de la pensión
de viudedad que será incompatible con determinado nivel de renta.3 Proponen
modificar la regulación de fondo de reserva de las pensiones de modo que se
consiga 'una gestión más flexible que obtenga mayor rentabilidad'. Esto sólo
podría lograrse si, al menos, parte de este fondo se invirtiera en renta
variable, frente a la actual gestión que compra directamente títulos de deuda
pública, cuya rentabilidad está garantizada. Si bien en el Ministerio de
Trabajo insisten en que sólo se trata de 'suscitar esta posibilidad' y precisan
que no se hará sin acuerdo.4 Las prestaciones por incapacidad también se verán
afectadas por