Barcelona, uno de los principales destinos turísticos urbanos en España, ha acogido hoy un taller para analizar la descarbonización de la industria turística y estudiar posibles estrategias de adaptación a la emergencia climática. El evento forma parte del proyecto “Transición energética y movilidad descarbonizada para un turismo sostenible” que está desarrollando el Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud de la Fundación 1º de Mayo (ISTAS-F1M), con el apoyo de CCOO.
Este es el tercer taller celebrado dentro de este proyecto auspiciado por la European Climate Foundation que busca analizar la sostenibilidad del actual modelo de turismo, con graves problemáticas en lo ambiental y en lo social, así como la necesidad de su transformación en el presente escenario de emergencia climática y de crisis energética. Los anteriores talleres se celebraron en Benidorm y en Málaga, dos destinos maduros y tradicionales del turismo de sol y playa, y hay un cuarto y último taller proyectado en la provincia de León, en el que se abordará el turismo rural.
El encuentro celebrado en Barcelona ha analizado los impactos en las ciudades del actual modelo de turismo con el objetivo de encontrar propuestas para encajar una actividad económica relevante y los intereses de las personas residentes aminorando los impactos no deseados.
Así, el taller se ha celebrado pocas semanas después de la firma del Compromiso Nacional por un Turismo Responsable, que expresa la importancia de la actividad turística y la necesidad de adaptarla a los límites ambientales y a evitar molestias a la población residente. En el caso de Barcelona, hace años que se busca cómo gestionar el creciente número de visitantes y los problemas de convivencia, movilidad y uso del espacio público que se van extendiendo e incrementando por toda la ciudad.
En estos eventos de trabajo se quiere dialogar de forma constructiva con actores sociales vinculados, de diferentes maneras, al sector turístico. Este tercer taller ha contado con la participación de representantes de distintos niveles de la Administración en materia de Turismo y de Cambio Climático (Generalitat de Catalunya y Ayuntamiento de Barcelona), de CCOO a nivel autonómico y estatal; de organizaciones no gubernamentales dedicadas a cuestiones ambientales y desarrollo (Ecounión, Albasud), de la Federación de Asociaciones Vecinales de Barcelona y representantes del sector de la hostelería y de la vivienda turística.
El objetivo ha sido recoger perspectivas diversas, así como propuestas de actuación que permitan hacer frente a la transición del modelo turístico actual, con importantes externalidades ambientales (contaminación, consumo de recursos, destrucción de ecosistemas…) y sociales (precariedad laboral, reparto de la riqueza, gentrificación…),
[17/4 12:46] Gonzalo: hacia un modelo descarbonizado, resiliente, ambientalmente sostenible y socialmente justo.
Este cambio de paradigma adquiere una mayor relevancia en el escenario de emergencia climática y crisis energética, con importantes repercusiones sobre el futuro del empleo y del territorio en los destinos turísticos.
Uno de los puntos clave tratado en el taller fue el de la movilidad asociada al turismo, ya que la mayor parte de las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con el sector se generan en los desplazamientos. Así, como posibles soluciones se debatió la necesidad de incrementar el peso de los modos de transporte de bajo impacto, alargar las estancias e integrar los desplazamientos en la movilidad cotidiana dimensionando los servicios adecuadamente.
Se abordó además la necesidad de reducir los consumos energéticos y de agua y la generación de residuos de los turistas, aunque teniendo en cuenta que los recursos disponibles son limitados y todo la reducción per cápita de los consumos no es posible el incremento infinito de éstos. Así la desestacionalización y mayor distribución territorial de la actividad turística en la ciudad debe estar al servicio de una reducción del impacto en la vida de las personas residentes, la optimización del parque de plazas y la mejora de la calidad del trabajo en el sector.
Además se trató sobre la dimensión social de los impactos de este sector, ya que la actividad turística supone un factor de encarecimiento del acceso a la vivienda residencial y, al mismo tiempo, la ocupación que se genera tiene salarios por debajo de la media. En la ciudad de Barcelona, la mejora del espacio urbano es también un factor de incremento del precio de alquiler y viviendas que refuerza esta dinámica no deseada y obliga a adoptar medidas a todos los niveles administrativos para evitar la expulsión de los residentes de sus barrios por este hecho.