La estricta reacción, aplicada por la presidencia del banco, obedece a que la conducta de Soden infringía flagrantemente la reglamentación del banco para el uso de sus recursos informáticos, entre ellos Internet.
El ahora ex gerente general admitió haber visitado sitios que si bien
es cierto no eran ilegales, contravenían el reglamento del banco. Asimismo,
admitió haber encargado vía Internet los servicios de una muchacha
acompañante para un viaje que realizaría a Las Vegas,
Estados Unidos, escribe Golem.