La ACARL, patronal de las cajas de ahorros, ha presentado hoy, por fin, su plataforma para la negociación. Y, francamente, lo que hemos oído no parece augurar un rápido acuerdo de Convenio. Sus propuestas se resumen a continuación:
- Nuevo sistema de clasificación profesional, integrando en dos únicos grupos profesionales, con polivalencia funcional, todas las categorías actuales. En el primero estarían los administrativos, titulados e informáticos, y en el segundo el personal de oficios varios y de limpieza.
- El primer grupo tendría 9 niveles salariales y el segundo dos. Cada nivel agrupa varias de las categorías actuales y el salario sería el de la más baja, por lo que habría un complemento personal para quienes tuvieran salarios superiores en el momento de la integración.
- Ascenso por antigüedad hasta Oficial 2º y eliminación de la actual incorporación gradual a las tablas salariales de los auxiliares C, creando un nivel de ingreso inferior al actual.
- Rebaja de las percepciones por antigüedad.
- Nueva regulación de la ayuda de estudios para empleados (con un catálogo cerrado de tipos de estudios) y de la movilidad geográfica.
En una primera respuesta, hemos planteado a la ACARL que no podemos admitir la reducción de costes de antigüedad y que la actual regulación de la movilidad geográfica no parece plantear problemas. Por otra parte, el ascenso hasta Oficial 2º no resuelve el bloqueo de los auxiliares en muchas cajas (no así en Caja Madrid, tras el PDP) y no se determina cómo sería el salario de los trabajadores de nueva entrada.
En cuanto a la reforma de la clasificación profesional, hay varios escollos muy importantes en la propuesta de la ACARL:
- La falta de referencias a la clasificación de oficinas, con lo que se restringe la promoción en los niveles superiores.
- La amenaza a las garantías profesionales para los informáticos.
- El riesgo jurídico de creación de una doble escala salarial.
- La falta de garantías y seguridades en el cambio de sistema.
Plantearemos una contrapropuesta en la próxima reunión, el 2 de julio. Consideramos que el planteamiento de la ACARL es sólo un punto de partida y que la negociación se va a dilatar, por lo que hemos reiterado, sin obtener una respuesta, la necesidad de cerrar la revisión salarial de forma global y homogénea en todas las cajas, como un paso para avanzar en una negociación tranquila y fundamentada.
Madrid, 10 de junio de 2003.
- Nuevo sistema de clasificación profesional, integrando en dos únicos grupos profesionales, con polivalencia funcional, todas las categorías actuales. En el primero estarían los administrativos, titulados e informáticos, y en el segundo el personal de oficios varios y de limpieza.
- El primer grupo tendría 9 niveles salariales y el segundo dos. Cada nivel agrupa varias de las categorías actuales y el salario sería el de la más baja, por lo que habría un complemento personal para quienes tuvieran salarios superiores en el momento de la integración.
- Ascenso por antigüedad hasta Oficial 2º y eliminación de la actual incorporación gradual a las tablas salariales de los auxiliares C, creando un nivel de ingreso inferior al actual.
- Rebaja de las percepciones por antigüedad.
- Nueva regulación de la ayuda de estudios para empleados (con un catálogo cerrado de tipos de estudios) y de la movilidad geográfica.
En una primera respuesta, hemos planteado a la ACARL que no podemos admitir la reducción de costes de antigüedad y que la actual regulación de la movilidad geográfica no parece plantear problemas. Por otra parte, el ascenso hasta Oficial 2º no resuelve el bloqueo de los auxiliares en muchas cajas (no así en Caja Madrid, tras el PDP) y no se determina cómo sería el salario de los trabajadores de nueva entrada.
En cuanto a la reforma de la clasificación profesional, hay varios escollos muy importantes en la propuesta de la ACARL:
- La falta de referencias a la clasificación de oficinas, con lo que se restringe la promoción en los niveles superiores.
- La amenaza a las garantías profesionales para los informáticos.
- El riesgo jurídico de creación de una doble escala salarial.
- La falta de garantías y seguridades en el cambio de sistema.
Plantearemos una contrapropuesta en la próxima reunión, el 2 de julio. Consideramos que el planteamiento de la ACARL es sólo un punto de partida y que la negociación se va a dilatar, por lo que hemos reiterado, sin obtener una respuesta, la necesidad de cerrar la revisión salarial de forma global y homogénea en todas las cajas, como un paso para avanzar en una negociación tranquila y fundamentada.
Madrid, 10 de junio de 2003.