El aumento del número de casos y muertes de COVID-19, los bloqueos prolongados, las restricciones sustanciales de la vida social y una recesión económica están afectando negativamente nuestro bienestar. En este documento, exploramos los determinantes relacionados con COVID-19 que generan insatisfacción con la vida y sentimientos de ansiedad. Utilizamos los datos recopilados del 23 de marzo al 30 de abril de 2020 en 25 países avanzados y en desarrollo de cuatro continentes.
Encontramos que las personas con mejor salud general, con un trabajo remunerado, que viven con una pareja, hacen ejercicio diario y evitan la soledad reportan menos insatisfacción y menos ansiedad. La presencia de niños y una mascota en el hogar no tiene ningún efecto.
Las mujeres reportan sentimientos de ansiedad con más frecuencia que los hombres. Las personas mayores reportan menor insatisfacción y ansiedad, algo notable dado que la población mayor está entre las más vulnerables en la pandemia actual.
Los cambios relacionados con el trabajo debidos a COVID-19, como la reducción de ingresos y el aumento o disminución de la carga de trabajo, se asocian con más insatisfacción y más ansiedad.
En respuesta a la pandemia, los gobiernos han adoptado una serie de medidas. El estudio muestra que las restricciones en la movilidad y los requisitos para usar equipo de protección en público aumentan la insatisfacción y que las emergencias impuestas por los estados aumentan los sentimientos de ansiedad.
Encontramos que un número creciente de casos confirmados de COVID-19 aumenta la insatisfacción y la ansiedad, pero que este efecto desciende a medida que aumenta el número de casos. Nuestras conclusiones apoyan políticas gubernamentales específicas para preservar la seguridad económica y los puestos de trabajo y aumentar la estabilidad en el empleo.
Enlace a la encuesta Vida y Trabajo en Tiempos del Coronavirus
Life Dissatisfaction and Anxiety in COVID-19 pandemic (Inglés. Traducción española en curso)