Sus amigos y allegados, sus compañeros y compañeras de trabajo y las personas que tuvimos la suerte de conocerlo siempre lo recordaremos y lo llevaremos en nuestros corazones. Más allá de la pérdida de un ser humano, de un buen compañero y de un amigo, con Juanma hemos perdido a una gran persona.
Cuando nos referimos a él de esa manera, esas palabras no pueden alcanzar mayor significado. Porque Juanma, además de los muchos años de dedicación plena a su trabajo, quiso no quedarse solo en eso y decidió involucrarse de manera activa en ayudar a todos sus compañeros y compañeras a través de la representación sindical. Fueron muchos años en los que dedicó su tiempo y su energía a trabajar de manera altruista por el interés de todos y ayudando además a todo aquel que particularmente lo necesitara. Tal es el caso, que incluso durante el tiempo que la enfermedad se lo permitió, siempre se mantuvo activo y nunca desistió de esa dedicación, incluso en los momentos en los que cualquier otra persona ya hubiera renunciado.
Los que lo conocimos de manera más cercana aprendimos de él además una lección de vida. Y no es otra que la de saber encarar con absoluta entereza, positividad, fuerza y optimismo todos los malos momentos que una enfermedad conlleva. Hasta el último momento fue una persona excepcional y su ejemplo nos quedará para siempre. Lo echaremos de menos, aunque siempre forme parte de nosotros.
Descanse en paz.