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La hostelería española se ha visto afectada por la pandemia en más de 550.000 empleos
La Industria Turística Española se ha visto mucho más afectada por la pandemia de la COVID-19 que los demás sectores de la producción. Tras el período 2011-2019, que supuso ocho años de récord continuados de todas las principales variables turísticas; pernoctaciones, visitantes, ocupaciones, rentabilidad y empleo; el año 2020 comenzó con una tendencia alcista los dos primeros meses, parándose en seco cuando en el mes de marzo llegó el coronavirus, dando al traste con la actividad turística y el empleo a nivel mundial y en mayor medida en España por la importancia y peso que tiene la industria turística en nuestro país.
25 de enero de 2021. La afiliación a la seguridad social en el sector de la hostelería en España finaliza el año 2020 con una media de 1.155.570 personas afiliadas; es decir, un 14,12% menos que hace un año, o lo que es lo mismo, 190.033 personas trabajadoras han perdido su empleo durante este año. A esta cifra tenemos que sumarle otras 363.657 personas que, aunque están dadas de alta en la seguridad social, se encuentran inmersas en un ERTE, por lo que la pérdida “real” de empleo supera la escalofriante cifra de 550.000 personas en este sector.
Andalucía, con un descenso de 37.017 cotizantes (-16,34%) encabeza la pérdida de empleo en este sector durante 2020; le sigue Catalunya, con una bajada de 34.905 afiliados (-15,69%) y el tercer lugar lo ocupa Baleares, con un descenso de 27.420 personas y récord negativo en términos porcentuales con un descenso del 29,52%.
Podemos afirmar, en resumen, que más del 40%del empleo existente en el sector de la hostelería a finales del 2019 se ha perdido por culpa de la crisis sanitaria. No obstante, el instrumento de los ERTEs generado a través del Diálogo Social ha conseguido que la pérdida estructural de empleo se limite, por el momento, al 15% de esa cifra: de ahí la importancia haber prorrogado la vigencia de los ERTEs, y de las prestaciones (por desempleo, extraordinarias para fijos discontinuos) hasta el el 31 de mayo. En este dramático escenario, gracias las fórmulas suspensivas y de reducción de jornada (ERTEs) se ha evitado un impacto mucho mayor sobre el empleo, y ha disminuido la incertidumbre antes descrita, pues es vital y estratégico el garantizar que el sector turístico y las personas que trabajan en el mismo tengan soporte económico suficiente para “aguantar el tirón.” Es por ello que CCOO va pidiendo prórroga de los ERTEs por Fuerza Mayor hasta que duren los efectos de la pandemia, ya que la suspensión de la actividad productiva persistirá mientras que continúen las restricciones a la movilidad y al transporte, no solo en España sino en el ámbito internacional, lo que provocará que la actividad tarde más tiempo en recuperarse.
CCOO emplaza a las CCAA a que acuerden en Diálogo Social medidas de choque por el empleo, el sindicato plantea la implementación de medidas en todas las Comunidades Autónomas para sostener el empleo y el tejido productivo. Reclama, también, al Gobierno de España mejoras en la coordinación. A su vez tenemos que seguir trabajando en el seguimiento y el cumplimiento de las Guías y Protocolos de seguridad frente al COVID-19.
En cuanto a la coyuntura turística, como no podía ser de otra forma, los datos son desoladores, durante el año 2020. En ese sentido ha habido un descenso del 68,41% en visitantes y del 73,28% en pernoctaciones con respecto al mismo período del año anterior. Tenemos 74 millones menos de visitantes y 251 millones menos de pernoctaciones; el número de plazas hotelera se ha reducido en un 51,54% y el empleo ha retrocedido un 60%. Las perspectivas turísticas para los próximos meses son de muchas incertidumbres a pesar de la vacuna, ya que todo va a depender de la evolución del coronavirus y el ritmo de vacunación en España y en los principales países emisores que aportan más turismo internacional como Reino Unido, Alemania, Francia o Italia.