- La alta tensión provocada por las elevadas exigencias y la aplicación de políticas desmedidas.
- La desmotivación, la pérdida de identificación y la quiebra de confianza con la dirección.
- La falta de comunicación entre entidad y plantilla, que no permite visualizar el nuevo escenario laboral y los problemas con los que se encuentran ambas partes
Aplicar un plan urgente para recuperar un clima laboral adecuado debería ser una prioridad para mejorar factores tales como la productividad, el absentismo, etc., optimizando la prestación de servicios y la salud de la plantilla.
Somos conscientes de que una reestructuración como la que estamos inmersos (regulación de empleo, cierre de oficinas, traslados, cambios en las condiciones laborales, etc.) es un proceso altamente traumático, que modifica las relaciones laborales e introduce percepciones negativas que alteran el clima laboral perjudicando la normal actividad de la empresa.
Por ello, queremos recordarle a CAJAMAR que, independientemente de las medidas que tome la entidad, tiene que tener en cuenta la opinión de la plantilla si quiere tener éxito.
Fomentar el entendimiento y el respeto mutuo es necesario para mejorar el rendimiento y garantizar la estabilidad de nuestra entidad y más en estos tiempos de "crisis".
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